La
mayoría de las Enfermedades Transmitidas por Alimentos se producen por la
ingesta de una importante cantidad de microorganismos que por manipulación
inadecuada, contaminan ciertos alimentos. En contraste, el Botulismo es una
intoxicación alimentaria causada por la toxina producida por la bacteria Clostridium Botulinum y es una de las
ETA más peligrosas que se han documentado.
La
toxina botulínica es neurotóxica, por lo que sus efectos pueden ser letales a
los pocos minutos de ser ingerido el alimento contaminado. No importa si la
bacteria ha sido destruida por la cocción del alimento, pues lo realmente
peligroso es la toxina.
En
lactantes, las bacterias pueden desarrollar la toxina a nivel del colon ya que
no hay una flora inhibitoria, por lo que los síntomas pueden aparecer unas 12
horas después de ingerir el alimentos contaminado. Tenga en cuenta que los
cereales tienen un pH cercano al neutro, ofreciendo el ambiente propicio para
el crecimiento de la bacteria y la posterior liberación de la toxina.
Síntomas: Pueden aparecer entre 12 y 72
horas después de ingerir los alimentos contaminados. Pueden aparecer nauseas, vómitos,
fatiga, dolor de cabeza y fiebre. Sin tratamiento adecuado los síntomas pueden
agravarse produciendo parálisis en los músculos, visión doble y finalmente
falla respiratoria y muerte.
Alimentos
comprometidos: Hasta
los años 60, la enfermedad fue asociada a alimentos enlatados de forma
artesanal, en especial aquellos con un pH cercano a la neutralidad, pe. Vegetales.
Sin embargo, años después se reportaron casos de intoxicación asociadas a enlatados
comerciales, incluso aquellos envasados a muy bajo pH, por lo que las
condiciones de higiene previas a la elaboración del enlatado son claves para
disminuir el riesgo de contaminación y propagación de la enfermedad. El común
denominador de los alimentos comprometidos es que en su mayoría se consumen si
calentamiento previo, dejando a las esporas listas para desarrollarse en el
tracto intestinal.
Prevención: Evite consumir alimentos enlatados
de forma artesanal de dudosa procedencia. Descarte aquellas latas hinchadas o
golpeadas. Caliente hasta temperatura de ebullición por algunos minutos
aquellos alimentos que pudieran ser sospechosos a contaminación, la toxina es
sensible a las altas temperaturas. Asimismo, evite aquellos embutidos de dudosa
procedencia, vegetales frescos cosechados en suelos no tratados. Evite la miel
durante la alimentación de niños lactantes, ya que a pesar del contenido de
azúcares, algunas esporas pueden pasar al tracto intestinal, que al ser
inmaduro, favorece el desarrollo de la toxina.
En
la próxima publicación, más ETA´s, síntomas y lo más importante: Prevención.
Hasta la próxima!!!