Si algo deben tener en cuenta
los propietarios y gerentes de la restauración, es que manejan una empresa que
forma parte de la industria alimentaria y como tal, deben adherirse a las
reglas básicas que garanticen la inocuidad de sus clientes. Manipulan y
almacenan alimentos frescos que transforman en platos de consumo inmediato, que
se espera satisfagan no sólo la necesidad de alimentación de sus clientes, sino
garantizar una experiencia memorable que motive próximas visitas, así como la
influencia sobre otros comensales que repitan una y otra vez el ciclo de
recompra, que garantiza la rentabilidad del negocio.
Restauración sin gluten, una necesidad no una moda
Para una familia con uno o más integrantes haciendo un régimen especial e alimentación, comer fuera de casa representa todo un reto, no sólo por la complejidad que representa adaptar una preparación a sus requerimientos, sino por la falta de información y empatía que existe en los pocos espacios dedicados para tal fin. Lo cierto es que el mercado actual demanda por estas alternativas, pues es cada vez más frecuente y creo que esto se lo debemos a la globalización y a la penetración de las redes sociales, que un comensal solicite abiertamente al camarero un menú libre de gluten. Si estamos o no listos es otra cosa, pero lo cierto es que si hay una necesidad insatisfecha, hay una oportunidad esperando a ser atendida.
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