La fruta "fea" también alimenta

Nuestra preferencia por la belleza es un sesgo cognitivo que afecta a todos los ámbitos de nuestra vida. A propósito de impacto que tiene nuestra percepción a la hora de comprar -frutas y vegetales- decidí indagar por qué no nos gustan las frutas y los vegetales "feos" pues este es uno de los factores que promueve la pérdida y el desperdicio alimentario. 

Cocina de aprovechamiento (trash cooking)


Las cifras publicadas por la FAO indican que el 55% de las frutas y hortalizas, el 40% de las raíces y los tubérculos, el 33% de los pescados y mariscos, el 25% de los cereales y el 20% de las oleaginosas y legumbres, productos lácteos, y carnes que se venden en América Latina acaban en la basura.

5 acciones para reducir el desperdicio alimentario en casa

Desde la publicación del primer estudio sobre perdidas y desperdicio alimentario en el mundo en 2011, confieso que el tema no sólo me cautivó, sino que generó un cambio significativo en la manera de usar los alimentos en casa, al darme cuenta de la cantidad de comida malgastada por algo tan simple como no planificar la compra o no saber cómo usar algunas partes comestibles de frutas y vegetales.

El peso ideal no existe

El gran anhelo de un cada vez más alto porcentaje de mujeres (y hombres) es alcanzar el ideal de belleza estándar que la generación y la cultura han impuesto como el digno de admirar y merecedor de triunfos. Para muchos la genética limita este sueño y las consecuencias son devastadoras, no sólo desde el punto de vista psicoemocional sino también físico, como consecuencia de las acciones desproporcionadas para alcanzar el peso ideal.