Si para usted que no tiene
restricciones en su plan de alimentación le resulta costoso adquirir los
productos de la canasta alimentaria, imagine qué sucede cuando debe sustituir
con un alimentos que no está regulado y que generalmente es importado…
Aceites en la cocina cotidiana
Gracias a una pregunta que
surgió durante una amena conversación en las redes sociales, decidí escribir
acerca del uso de los diferentes tipos de aceites y grasas en la cocina
convencional. Muchos cocineros y expertos en el área de la restauración han
hecho sus propios análisis en virtud de los resultados que esperan obtener en
cada una de sus preparaciones. Sin embargo, dedicaré las próximas líneas a las
implicaciones en términos de seguridad alimentaria.
Los
aceites forman parte de un selecto grupo de alimentos, necesarios para nuestra
salud: Los lípidos. Lamentablemente, han sido objeto de muchas interpretaciones
erróneas, convirtiéndose en los chicos “malos” de tu plan de alimentación. Aún cuando no es un artículo de
nutrición, no puedo dejar de resaltar la importancia que tienen para tu salud,
pues son vehículo de muchas vitaminas esenciales, por lo que su consumo debe
ser adecuado a cada persona, pero jamás retirarlos completamente.
Estos
aceites comestibles pueden ser de origen vegetal o de origen animal. Los de
origen vegetal, se clasifican a su vez, en virtud del número de instauraciones
(enlaces de carbono):
Saturados:
Sólidos a temperatura ambiente y muy resistentes a altas temperaturas y a la
oxidación.
Monoinsaturados:
Líquidos a temperatura ambiente, ligeramente estables a altas temperaturas. Ej.
Canola y oliva.
Poliinsaturados:
Líquidos a temperatura ambiente y muy poco estables a alta temperatura, por lo
que se recomiendan consumir crudos. Ej. Girasol
Cuando
utilizamos el aceite para cocinar, debemos ser especialmente cuidadosos
evitando ante todo que se “queme” o que alcance su “punto de humo” pues a
partir de ese momento, comienza a descomponerse generando sustancias tóxicas
que son nocivas para nuestro cuerpo.
Dado
que el principal uso del aceite en la cocina es la fritura, donde funciona como
medio transmisor de calor y aporta sabor y textura a los alimentos, se requiere
que el aceite sea estable en las condiciones verdaderamente extremas de fritura
por inmersión, esto es, altas temperaturas y humedad.
En general, en la fritura el aceite debe
mantenerse a una temperatura máxima de 180 °C.
Tenga
en cuenta que si fríe los alimentos a una temperatura demasiado baja, éstos
atraparán más grasa. El agua contenida en los alimentos, aumenta la disociación
de los ácidos grasos que se produce durante el calentamiento, desmejorando la
calidad del aceite, disminuyendo su punto de humo y alterando color y sabor.
Los
aceites ricos en ácido linolénico, como el de soya (soja) y el de canola, son
particularmente susceptibles de sufrir estos cambios indeseables. Cuando el
aceite de soya se hidrogena parcialmente a fin de reducir el ácido linolénico, se
genera un aceite de freír relativamente estable, por lo que a la hora de
comprar, revise en la etiqueta y verifique que sea “parcialmente hidrogenado”.
Por
otra parte, los alimentos que se fríen y almacenan antes de comerlos, como por
ejemplo en cantinas o restaurantes, requieren un aceite aún más estable. Los
aceites mas saturados mejoran la estabilidad, pero si la grasa de freír es sólida
a temperatura ambiente se generará una desagradable superficie dura, indeseable
en algunos productos fritos.
Cuando
los aceites se usan continuamente, se necesita una grasa de freír que sea muy
resistente. En estos casos se emplean aceites más sólidas que maximicen la
estabilidad de la grasa durante muchas horas de fritura.
A
continuación están algunas características de los aceites más populares para
cocinar.
Clasificación
|
Tipos y uso
|
Temp. máxima
|
Monoinsaturados
Ayudan a reducir los niveles de “colesterol malo”
(LDL) y aumentan los niveles de “colesterol bueno” (HDL).
|
Aceite de canola: Ideal para saltear, hornear y hacer aderezos.
|
238°C
|
Aceite de maíz: Posee una gran resistencia al calor.
Se utiliza mucho para hornear y freír.
|
236°C
|
|
Aceite de oliva: Alto aporte de vitamina E.
Posee un extraordinario olor y sabor que lo hacen
idóneo para ser empleado en crudo.
|
190°C
|
|
Poliinsaturados
Pueden ayudar a bajar los niveles de colesterol
|
Aceite girasol: Ligero y sin sabor.
Posee una gran resistencia al calor.
|
246°C
|
Aceite de soya: Posee una gran resistencia al calor.
|
241°C
|
*
Nota: Ninguno de estos aceites contiene colesterol, ya que son de origen
vegetal y todos ellos aportan la misma cantidad de calorías. 1 cucharadita
aporta 45 calorías.
Otro uso frecuente de los aceites en la cocina es
como aderezo de ensaladas en forma de emulsiones, que no es más que la mezcla de aceite y alguna solución acuosa como vinagre o
huevos. Lo ideal es preparar el aderezo antes de usarlo, para garantizar todas
las propiedades nutricionales de los aceites que emplees para ellos, no
obstante, si decides almacenarlo, lo idea es que lo hagas en la nevera y en un
recipiente oscuro.
Normalmente,
se emplea aceite de oliva virgen o extra virgen, de canola, de girasol y de
maíz y en estos casos lo que esperamos es que el aceite sea traslúcido o no
tenga sólidos o cristales. Estos aceites suelen formar cristales en la nevera
por lo que se recomienda usarlos a temperatura ambiente.
Si
te gusta aromatizar tus aceites, puedes emplear hierbas frescas a tu gusto y en
estos casos, lo ideal es almacenar a temperatura ambiente y nuevamente en un
lugar seco y oscuro.
En
general, cuando se trata de aceites es necesario tomar precauciones en virtud
de la temperatura de uso, la frecuencia y su almacenamiento. Ten en cuenta que
aún cuando son grasas, son susceptibles a deterioro por bacterias, humedad y
luz, así que es imprescindible hacerlo en un ambiente adecuado para evitar su
oxidación y rancidez.
Te
recomiendo leer nuestra publicación acerca de reutilizar o no el aceite y conozcas las opcionespara usar aquel aceite que has decidido desechar, hasta la próxima!!
Lonchera Segura: Mejorando la cantina escolar
Esta semana he dedicado las
conversaciones a través de las redes sociales a recordar las opciones de la
cantina escolar, así que agradezco a todos los que participaron y contribuyeron
a enriquecer el tema, sé que muchos recordaron viejos tiempos…un viaje a la
nostalgia!
Lo cierto de todas las
conversaciones, es que la gran mayoría confirmó que usaron la cantina escolar
como un escape a las opciones “aburridas de la Lonchera que preparaban en
casa…y ya en edad adolescente, usarla representaba una especie de “liberación”
eso que llaman, salir del cascarón!
En todo caso, ahora estamos
viendo un fenómeno a la inversa, donde muchas familias están retomando el uso
de la Lonchera como una opción para minimizar los gastos y comer de una forma
más saludable.
Evidentemente, la lonchera de los
chicos de hoy muy poco tiene que ver con aquella que llevamos en nuestros años
mozos, con aquella clásica envoltura en papel de aluminio y el clásico jugo en
la “cantimplora”
Los chicos de hoy exigen variedad
y calidad, si luce mal, simplemente no se lo comen, si repites el menú en la
semana, te lo dicen y punto! De igual forma, el “trueque” sigue siendo parte de
la “magia” durante la hora de comer y si alguno de sus hijos encuentra algo más
atractivo en la lonchera de algún compañero, encontrará la manera de probarlo y
hasta de cambiar las viandas, así que por mucho que usted se esmere en preparar
un menú saludable, es posible que su hijo no lo coma en lo absoluto y por el
contrario, prefiera el menú de otros.
Algunos acotaron, que
intercambiaron su lonchera por dinero para sí poder comprar en la cantina, así
que vale la pena recordar aquellos tiempos… nos mostrarán una realidad
impactante, pues los chicos de hoy hacen eso y un poco más.
En todo caso, la experiencia de
la lonchera puede ser limitada y cuando no hay restricciones en el menú, esta
puede ser abandonada en el baúl de los recuerdos llegando al tercer o cuarto
grado de educación básica.
Ante este panorama, qué podemos
hacer?
Desde esta esquina, mi idea es
abordar todos los flancos posibles y ganarle la lucha a la comida poco
nutritiva. Usted desde casa, ¿se ocupa de incorporar alimentos saludables en la
lonchera de sus hijos? Excelente. Ahora le pido lo siguiente, dé un paseo por
el colegio de sus hijos y verifique las opciones que ofrecen en la cantina… no
se espante, ahora son así como usted las acaba de ver! Duro verdad?
Pues de eso se trata, de
ocuparnos por esas ofertas poco saludables que hay al alcance de nuestros
chicos y buscar opciones para sustituirlas por otras que mejoren su nutrición.
Este debe ser un cambio gradual,
pues hay que entender que la cantina es un negocio y como tal tiene una
estructura de costos que se debe ajustar al nuevo menú. Muchas cantinas
escolares tienen un menú limitado simplemente porque no conocen otras opciones,
así que necesitan acompañamiento y orientación, así que esto no es sólo pedirle
que incluya arepas asadas y menos frituras, esto debe ser consistente con su
razón de ser, debe generar rentabilidad.
En todo caso, estoy convencida
que es muy que posible ajustar un menú saludable, nutricionalmente equilibrado
y delicioso, variado y atractivo para satisfacer las necesidades de sus
consumidores: sus hijos!
Si quiere recibir orientación
para mejorar las opciones que ofrece la cantina de su colegio, no dude en
contactarme a través de micocinasegura@gmail.com
para mi será un gusto poder apoyarle. Hasta la próxima!
La cantina escolar...zona prohibida
Todos tenemos algún grato
recuerdo de nuestra experiencia con la cantina escolar… nuestra primera
transacción monetaria, la salvación cuando lo que llevamos en la lonchera no
nos gustaba, la primera invitación a comer… así lo pude constatar en mi más
reciente encuesta a través de las redes sociales, donde cada uno fue enumerando
aquellos “manjares” que permanecen imborrables en su memoria gustativa.
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