Nuestra relación con la comida comienza a construirse desde el nacimiento, específicamente cuando buscamos el pecho de mamá para garantizar nuestra supervivencia (este es un momento hermoso que podemos presenciar si el parto es respetado y el bebé se pone sobre el pecho de mamá inmediatamente después del nacimiento). Es por ello que en los entornos psicoemocionales, la relación con la comida está íntimamente relacionada con la figura materna. En este articulo, haré referencia a las evidencias que refuerzan este vínculo y su impacto en la construcción de la relación con la comida que se manifiesta en la edad adulta.
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Los retos de amamantar cuando se tiene hambre
No es la situación ideal, quizás la madre no se sienta capaz y en disposición para amamantar a su bebé recién nacido cuando ella se encuentra en un estado de desnutrición que compromete su supervivencia.
Posiblemente no tenga un BLH cerca o simplemente no sepa que es una opción para su bebé, porque cuando se tiene hambre el cerebro no analiza las opciones, simplemente responde a los estímulos que van llegando y cuando el bebé llora, ella llora con el.
Posiblemente no tenga un BLH cerca o simplemente no sepa que es una opción para su bebé, porque cuando se tiene hambre el cerebro no analiza las opciones, simplemente responde a los estímulos que van llegando y cuando el bebé llora, ella llora con el.
Intolerancia a la caseína

Si la intolerancia a la lactosa
es poco conocida, la intolerancia a la caseína lo es aún más y eso dificulta su
diagnóstico preciso, haciendo que el paciente pase unos cuantos años antes de
conocer la causa de sus malestares.
La caseína es un grupo de proteínas
de la leche que junto a la a-Lactoalbúmina
y b-Lactoglobulina son las fuentes
nutritivas por excelencia del primer alimento consumido por todos los mamíferos.
Como les comenté en el post
“alergias vs intolerancias” la primera implica una respuesta inmunológica a
través de los mecanismos definidos para una alergia alimentaria, en
consecuencia, las alergias a la caseína pueden ser diagnosticadas a través de
las pruebas documentadas para tal fin.
No obstante, la intolerancia a
la caseína es una historia completamente diferente, pues puede ser
subdiagnosticada y confundida con otras condiciones como por ejemplo la
intolerancia a lactosa ya que los síntomas suelen ser muy parecidos: Diarrea,
dolor abdominal, reflujo y acidez. En algunos casos los pacientes pueden
experimentar dificultades para respirar, dolor de cabeza y presión en el pecho.
Resulta increíble que en medio de todos estos síntomas, sea tan complicado el
diagnóstico, sin embargo, así suele suceder en la mayoría de los casos.
El otro problema con ésta
condición, es que la caseína puede estar presente en productos varios, incluso
en aquellos que no son lácteos ya que sus propiedades son muy útiles en la industria de alimentos procesados. Así
llevar una dieta libre de caseína resulta complicado sin un conocimiento
adecuado de las principales fuentes de éste ingrediente.
Al igual que la intolerancia a
la lactosa, esta condición no tiene cura y una dieta libre de caseína mejora
notablemente la sintomatología asociada, por lo que sin ánimos de sustituir a
su médico, si manifiesta síntomas y aún no ha sido diagnosticado con alguna
condición, coméntele acerca de la intolerancia a la caseína y suprima todos los
lácteos y alimentos con caseinato de calcio o sodio, si consigue mejorar, entonces
estamos muy cerca de conocer la verdadera causa….suerte y hasta la próxima!!!
Asma y alimentación
Este
fin de semana escuché un programa radial en el que un par de especialistas
explicaban los mecanismos de desarrollo del asma. Eso me hizo recordar a mi
mamá, que siendo asmática desde pequeña, fue sometida a una dieta alta en grasa
para “supuestamente” controlar sus repetidos ataques.
Muchos
cambios han ocurrido desde aquellos años y recientemente muchas investigaciones
indican que el cambio en nuestras dietas y por ende la de nuestros niños,
pueden estar promoviendo una mayor incidencia de asma infantil.
Los
estudios que buscan explicar la etiología de ésta enfermedad señalan como causa
principal las condiciones ambientales. No obstante, recientemente es más común
encontrar publicaciones que relacionan el tipo de alimentación con el
desarrollo de cuadros de asma bronquial.
Por
otra parte, la presentación de alimentos con potencial alergénico como el huevo y los mariscos a edad temprana,
puede desencadenar hipersensibilidad y rinitis alérgica. La soya también ha
sido documentada como un potente alérgeno, por lo que algunos niños que
consumen formula a base de soya,
pueden manifestar reacciones alérgicas y más adelante asma bronquial.
En
contraste, algunos alimentos pueden proteger el organismo de los niños. Los alimentos funcionales (pre y
probióticos) son excelentes opciones para contribuir a la maduración de la
flora intestinal y por consiguiente, lo hace mas fuerte frente a alimentos con
un alto potencial alérgico.
El
consumo de frutas y vegetales, ricos
en vitaminas y micronutrientes, también contribuyen a fortalecer el sistema
inmunológico, minimizando el riesgo a manifestar reacciones alérgicas que
pueden eventualmente convertirse en asma.
Mi
recomendación con éste tema es que si alguno de los padres tiene predisposición
a alergias o sufre de asma, comparta ésta información con su pediatra y trate
de extender la lactancia materna exclusiva. Hasta la próxima!!!.
Galactosemia: Cuando la lactancia materna no es una opción
Antes de continuar
escribiendo, quiero dejar constancia que en Cocina Segura somos 100%
pro-Lactancia Materna, sin embargo, considero importantísimo que ustedes
conozcan a través de nuestro portal, que existe una condición en la que ésta no
es la opción para alimentar al bebé: La Galactosemia
El
único caso donde la lactancia materna no es una opción para alimentar al
neonato sucede cuando por ausencia de la enzima
Galactosa-1-Fosfato-Uridiltransferasa la galactosa que contiene la leche
materna no puede ser metabolizada, acumulándose en algunos órganos del bebé y
causando los característicos síntomas de la enfermedad: Afección del sistema
nervioso central, cataratas, daño hepático y renal entre otros. Para mas detalles, le recomiendo leer "Intolerancias alimentarias: Galactosemia" publicado la semana pasada.
Los
carbohidratos de la leche materna son en un 90% provenientes de la lactosa (glucosa+galactosa)
por lo que ante la sospecha de ésta condición, debe suprimirse la leche materna
y sustituirse con hidrolizados de soya, pues incluso aquellos hidrolizados de
proteína de leche pueden contener cantidades significativas de lactosa y
desencadenar los síntomas.
Con
una condición así, los padres deben asesorarse de cómo nivelar la ingesta de
calcio del niño para prevenir retardo en el crecimiento y otras afecciones
asociadas a la deficiencia de este mineral. Hay muchos alimentos ricos en
calcio y múltiples fuentes sintéticas. La selección de una u otra dependerá del
cuadro, la edad y la condición de cada paciente.
Alimentos
prohibidos: Lo
básico es suprimir todos los lácteos incluyendo yogurt, quesos frescos, quesos madurados, suero
de leche, mantequilla, margarina (algunas son producidas sin leche, por lo que
es recomendable revisar las etiquetas), hidrolizados proteicos, caseína, vísceras
(riñones, hígado, corazón, etc).
Adicional
a lo anterior, los pacientes con galactosemia deben estar atentos a las
etiquetas de los medicamentos, ya que como les comenté en mi post “Cuidado
con los excipientes en los medicamentos” la lactosa (y por ende la
galactosa) puede incluirse como parte de los ingredientes inertes de ellos en
cantidades contraindicadas para alguien que no la puede procesar.
En
el colegio o cuando se planea comer fuera de casa, la alimentación del niño con
galactosemia puede ser un dolor de cabeza. Una gran cantidad de alimentos semi-procesados
y algunos ingredientes empleados en la elaboración de las recetas más comunes,
pueden contener lactosa o galactosa, por lo que deben consultarse los
ingredientes y las etiquetas de los productos.
El
diagnóstico de ésta condición se debe realizar entre el 7mo y el 15vo día de
nacido.
En Venezuela, el screening de laboratorio avanzado se puede enviar a IDEA (Instituto de
Estudios Avanzados), Cortada del Guayabo (al lado de la Universidad Simón
Bolívar), Caracas. Tlf. +58(2)9620254.
El estudio genético se podrá realizar en:- IVIC (Instituto Venezolano de
Investigaciones Científicas), Carretera Panamericana, Km 18, Edo. Miranda.
Tlf: +58(2)5041138;
- Instituto de Medicina
Experimental - Universidad Central de Venezuela: Tlf. +58(2)6053411;
- Centro Médico Docente la
Trinidad - Laboratorio de Pruebas Especiales: Tlf: +58(2)9933122.
La alimentación de la madre y su hijo…prematuro
Dedicado a Ami y Santiago.
La llegada de un bebé antes de la fecha estimada puede trastocar la emoción de los padres y de la familia.
Dependiendo de cuánto se haya adelantado el parto, a la mayoría de las madres aún no les baja la leche y la angustia no ayuda. Muchas creen que no pueden alimentar a su bebé y el caos impera en el ambiente. Afortunadamente, a la sabia naturaleza no se les escapa nada y poco tiempo después de colocarse al bebé la leche bajará para alimentarlo.
El calostro –la primera leche que emana de la madre- contribuye a la maduración del tracto intestinal del bebé prematuro y aporta anticuerpos que lo protegen de ciertas enfermedades. Por lo que aún cuando el bebé prematuro no tenga suficiente fuerza para succionar, la madre puede ayudarle extrayendo la leche y dándosela con un tetero. El sacrificio vale la pena.
Ahora bien, necesita la madre un régimen especial de alimentación? La respuesta es polémica, ya que hay opiniones encontradas al respecto.
En mi opinión, la madre debe ajustar su dieta durante la lactancia. Lo curioso es que quien decide lo que debe comer o no es el bebé. Así es, el bebé dicta la pauta de alimentación y queda a criterio de la madre suprimir o no ciertos alimentos que a través de la sintomatología del bebé, deja claro que no está siendo bien asimilado.
Así como la madre de un bebé intolerante a la lactosa debe suprimir los lácteos de su dieta, la madre de un bebé prematuro debe evaluar qué alimentos producen efectos indeseados en la digestión de su bebé y suprimirlos temporalmente, hasta que éste pueda digerirlo correctamente.
Por otro lado, la madre debe evitar contar las calorías que consume. La producción de leche requiere un esfuerzo energético muy grande, por lo que el consumo de la cantidad de calorías necesarias, previene que el propio organismo se sirva de las pocas reservas energéticas.
Beber mucha agua también contribuye a la producción de leche. Algunas madres sienten sed durante el acto de amantar, por lo que algunos especialistas recomiendan tener una fuente de agua cerca.
Para finalizar, recuerda que durante la lactancia, tu bebé prueba todo lo que comes. Así que disfruta de la experiencia y sigue tus instintos. Hasta la próxima.
¿Cómo saber si tu hijo tiene o no una alergia alimentaria?
La semana pasada recibí un email muy interesante, en cual me planteaban un diagnóstico temprano (2 meses de edad) de alergia alimentaria y eso me hizo pensar en lo difícil que resulta para los padres asimilar el hecho de que su hermoso bebé tiene una “condición especial” de alimentación.
En el post “alergias alimentarias” les comenté que el diagnóstico de cualquier tipo de alergia se debe realizar luego de los 2 años de edad ya que antes el sistema inmunológico aún no se ha desarrollado por completo y todas las pruebas pueden resultar falsos positivos (de hecho eso es lo que siempre pasa).
Con esto en mente, cualquier manifestación de cólicos, diarreas, distensión abdominal y vómitos puede ser confundido con los clásicos síntomas de la alergia alimentaria, no obstante, estos síntomas también pueden manifestarse al consumir un alimento para el que su sistema digestivo no está preparado, al consumir un alimento en mal estado, o luego de un cuadro de infección como reacción a los medicamentos, así que ¿cómo reconocer cuándo es una condición o la otra?
La respuesta no es fácil, mas lo importante es que los padres estén atentos al ambiente circundante de los síntomas para diferenciar las causas y ayudar al médico a realizar el diagnóstico más acertado.
En los bebés con lactancia materna exclusiva, las reacciones indeseadas son causadas principalmente por las proteínas consumidas por la madre, si al suprimir el alimento cesan las reacciones, entonces deben suprimirse permanentemente de la dieta, sin suprimir la lactancia.
En los bebés con alimentación mixta (lactancia y otros alimentos) las principales reacciones son generadas por la leche de vaca (por la lactosa o por la proteína) y debe prestarse atención a cuáles otros alimentos se manifiestan los síntomas. En estos casos sólo basta con suprimir el alimento y evaluar si los síntomas desaparecen, de ser así, lo recomendable es mantener estos alimentos fuera de la dieta por un tiempo y hacer un nuevo intento unos meses después para evaluar si el organismo del bebé responde adecuadamente.
Como verán, no es una tarea sencilla, requiere de mucha paciencia y perseverancia, sin embargo los resultados lo valen, especialmente hasta el momento en el que podamos realizar una prueba de alergias alimentarias.
Espero que ésta información sea de gran utilidad para ustedes, hasta la próxima!!!
¿Es posible prevenir el desarrollo de Alergias Alimentarias?
Luego de varias publicaciones, algunas lectoras me escriben vía email (micocinasegura@gmail.com) o a través de twitter (@cocinasegura) para consultar qué pueden hacer para prevenir el desarrollo de alergias alimentarias.
De acuerdo con el más reciente estudio de la America Academy of Pediatry (AAP) no existe relación directa entre el consumo de ciertos alimentos alergénicos y la posterior aparición de cuadros de alergia en los recién nacidos. Esto quiere decir que aquella recomendación de suprimir ciertos alimentos durante el embarazo pe.- mani, para evitar alergias alimentarias queda sin efecto. Evidentemente, si padece de alguna alergia alimentaria, el consumo del alérgeno queda suprimido de la dieta, incluso durante el embarazo.
En conclusión, para aquellos padres que no padecen alergias alimentarias, es muy poco lo que se puede hacer para prevenir las alergias en los futuros bebés, incluso, retardar la presentación de los alergenos en la dieta, tampoco parece protegerlo del desarrollo de un cuadro de alergia posterior.
Ahora bien, un hecho que está comprobado por la comunidad científica es que la lactancia materna durante al menos los cuatro primeros meses de vida, protege al niño de la aparición de alergias alimentarias, en comparación con aquellos que por alguna circunstancia fueron “destetados” antes de ese tiempo.
Los estudios también desmitifican que la supresión de alergénicos durante la lactancia materna previene la aparición de cuadros de alergia en los niños, así que eliminar estos alimentos durante éste período no los exime de desarrollar alergias más adelante. Lo que sí resultó ser verdad es que si el bebé presenta “eczema” en la piel a consecuencia de alguna alergia alimentaria, la suspensión de estos alimentos en la dieta de la madre ayuda a disminuir los síntomas del bebé.
Mi recomendación en estos casos es que durante el embarazo mantengan una dieta saludable y balanceada y durante la lactancia, mantenerse alerta de cualquier reacción del bebé luego del consumo de algún alérgeno.
Hasta la próxima!!!
Regímenes especiales de alimentación (Parte 2)
No siempre se nace con una condición que obligue a mantener un régimen especial de alimentación. A diferencia de un intolerante al Gluten o a la Lactosa, hay momentos de la vida, en los que las circunstancias nos obligan a restringir el consumo de algunos alimentos y ser más comedidos a la hora de alimentarnos.
Durante el embarazo, por ejemplo, las mujeres debemos cuidar la ingesta de algunos alimentos para mantener el metabolismo al mejor ritmo posible. Hay un mito que dice que se debe “comer por dos” y aunque eso no es del todo cierto, la alimentación debe ser adecuada para garantizar que el feto reciba los nutrientes adecuados para su desarrollo, sin menoscabar los requerimientos de la futura mamá. Durante muchos años se sugerían dietas hipocalóricas que sólo incrementaban el peso pero no tenían un significativo efecto sobre la condición del feto.
En la actualidad se recomienda no hacer un “esfuerzo” especial para alimentarse durante el embarazo, pues lo recomendado es incrementar en aproximadamente 120 Kcal diarias - lo que equivale a una rodaja de pan!!! Sin embargo, si antes de quedar embarazada, era común saltarse algunas “comidas” durante el embarazo eso no es posible.
La diabetes gestacional, es sin duda alguna una condición que amerita mayor cuidado, pues el riesgo para madre e hijo son muy altos. En estos casos es imperativo mantener controlado el nivel de Glucosa y para ello, lo recomendable es disminuir el consumo de grasas en al menos 30%, vigilar las porciones y disminuir en consumo de carbohidratos simples –localizados en pan, pasta, postres con azúcar, papas entre otros.
La lactancia materna, es considerada por la mayoría de los especialistas como la etapa más agotadora de la maternidad, incluso por encima del propio embarazo, ya que el esfuerzo metabólico para producir la leche es muy alto. Se recomienda entonces que la madre incremente en 500 calorías “extras” su ingesta diaria.
Dado que la nutrición del bebé con lactancia exclusiva depende 100% de la madre, es importante que su alimentación sea balanceada y se supriman algunos alimentos como los cítricos, alimentos ricos en estimulantes como el café y el té, especias como el curry y la pimienta, aquellos alimentos que tengan un sabor muy fuerte y que puedan pasar a la leche como ajo y cebolla y los alimentos que tienen la tendencia a producir flatulencias como las coles y los granos.
Por otro lado es posible que algunos bebes manifiesten síntomas que indiquen una temprana manifestación alérgica. Muchos bebes manifiestan reacciones adversas a la proteína o a el azúcar de la leche de vaca que ha ingerido la madre. Esto sucede pues el sistema inmunológico del bebé aún no está completamente desarrollado y puede manifestar algunas reacciones que hagan sospechar al especialista. En estos casos, la madre debe eliminar la leche de su dieta y sustituirla por leche de deslactosada o de soya según sea el caso, pero jamás suprimir la lactancia.
En todos los casos es importante consultar con el especialista cómo debemos alimentarnos durante estos “períodos” transitorios de nuestra vida.
Hasta la próxima!!!
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