La papa es un tubérculo comestible perteneciente a la familia de las solanáceas originaria de Suramérica. Los tubérculos son realmente tallos modificados que crecen en el subsuelo con el fin de proteger a la planta de las bajas temperaturas del invierno. Tienen la capacidad de producir mediante la fotosíntesis un gran número de nutrientes que sirven de alimento a la propia planta y permanecen en el interior del tubérculo una vez cosechado.
Cuando voy a comprarlas, siempre recuerdo a mi mamá haciendo hincapié en revisar cuidadosamente cada tubérculo antes de colocarlas en la bolsa de la compra… la premisa era simple: nada de manchas verdes y nada de brotes.
Aún continúo haciendo esa cuidadosa inspección y en este artículo quiero compartir contigo las razones que justifican tal atención.
Las condiciones de almacenamiento de las papas son clave para evitar que se pongan verdes o que comiencen a crecer brotes. Lo ideal es almacenarlas en un lugar fresco (no en el refrigerador) y resguardadas de la luz, porque cuando están expuestas a la luz natural (también pasa con la artificial) este tallo-tubérculo comienza a producir clorofila, un pigmento de color verde que permite la fotosíntesis.
La clorofila no es tóxica y de hecho, posee ciertas propiedades muy beneficiosas para la salud, pero su aumento en el interior de la papa no llega sólo, sino que lo acompaña otra sustancia, llamada solanina, que sí que puede perjudicarnos si la se consume en gran cantidad.
La solanina es un glico-alcaloide tóxico y amargo derivado de los brotes de la papa que posee propiedades fungicidas y pesticidas, es decir, es una defensa natural de la planta contra insectos, enfermedades y predadores. La dosis letal de solanina para los humanos adultos es de 420 gramos sin embargo, resulta realmente difícil que una persona pueda consumir tal cantidad sin antes rechazar la comida por la intensidad del sabor amargo.
En aquellos casos en los que llegase a ingerir papas verdes, los síntomas pueden aparecer tan rápido como 30 minutos después de haber consumido alimentos con un elevado contenido en solanina, otras personas pueden manifestar los síntomas entre 8 y 12 horas después de la ingestión.
Los síntomas pueden incluir náuseas, diarrea, vómitos, dolor de estómago, dolor de garganta, dolor de cabeza y vértigos. En algunos casos se han recogido casos de alucinaciones, pérdida de sensibilidad, parálisis, fiebre, ictericia, pupilas dilatadas e hipotermia.
Afortunadamente gran parte del alcaloide se encuentra situado en la piel de la papa, de modo que pelarlas puede llegar a eliminar entre el 30 y el 85%. Asimismo, algunos procesos de cocción como freír las papas también lo elimina, incluso más que si se cocina hervida.
Además de las manchas verdes, muchas personas me preguntas por la inocuidad de las papas que tienen brotes (pequeños retoños de la planta) si bien es cierto que esto no las hace "peligrosas" si debo decirte que las hace menos nutritivas, pues toda la reserva de energía se invierte en el crecimiento de estas raíces. Para evitar que esto suceda, almacénelas en un ambiente fresco y en la oscuridad para evitar la activación de la clorofila.
No hay comentarios
Publicar un comentario
Tu participación nos permite mejorar los contenidos que publicamos, gracias por compartir tus comentarios con nosotros.