En
esta página escribo mucho de las ETA´s, sin embargo, a excepción de
Salmonelosis y las infecciones por la E. coli muchas de éstas enfermedades
permanecen en un completo anonimato, siendo subdiagnosticadas o enmascaradas
por síntomas asociados con otras enfermedades.
Por
otro lado, al no existir los mecanismos adecuados para la denuncia de posibles
focos de ETA en los establecimientos que ofrecen comida, difícilmente los
consumidores prestan atención al posible origen de sus síntomas.
Las
ETA se pueden dividir en dos grandes grupos:
Infecciones
alimentarias:
Producidas al consumir alimentos contaminados con bacterias, virus o parásitos.
Estas generalmente manifiestan sus síntomas entre 24 y 48 horas después de
comer.
· Intoxicaciones
alimentarias: Producidas
al consumir alimentos contaminados con las toxinas producidas por bacterias que
estuvieron en contacto con el alimento. En este caso, los síntomas pueden
aparecer unas 8 horas después de comer.
Los
síntomas clásicos de las ETA son vómitos, diarrea y dolor abdominal, sin
embargo, cuando se trata de intoxicaciones, algunas toxinas pueden general
daños neurológicos, visión doble, daño renal y hasta la muerte.
Otro
factor importante es la condición de salud y la edad de la persona que ingiere
el alimento contaminado. Los niños, ancianos y personas con sistema
inmunológico suprimido son las más susceptibles a manifestar los síntomas con
mayor intensidad y por más tiempo. Un adulto sano, posiblemente tenga los
síntomas uno o dos días y desaparecerán casi sin tratamiento, sin embargo, los más
susceptibles pueden experimentar secuelas de la enfermedad permanentemente.
Los
alimentos crudos y cocidos proporcionan el ambiente propicio para los
microorganismos que producen la ETA. Son una excelente fuente de nutrientes pues
contienen proteínas, azúcares y otros sustratos esenciales para su desarrollo.
Asimismo, al igual que los humanos, las bacterias requieren agua para su
crecimiento y prácticamente todos los alimentos tienen un contenido de agua lo
suficientemente alto como para permitir su desarrollo.
Con
suficientes nutrientes y agua, las bacterias sólo necesitan la temperatura
óptima para desarrollarse, esto quiere decir, entre 5 y 50 °C (Zona de
peligro). Con unas pocas horas a esa temperatura, las bacterias pueden
multiplicarse a un ritmo acelerado. Algunas de ellas pueden dividirse en 20
minutos, por lo que si los alimentos permanecen suficiente tiempo expuestos a
la zona de peligro, las posibilidades de convertirse en un foco de propagación
se incrementan de manera exponencial.
En
las próximas publicaciones estaré describiendo de una en una las ETA más frecuentes
y cómo las buenas prácticas pueden prevenir su propagación.
Yo padesco de mucha anciedad nervios aataques de pánico y no sé cómo controlarlo
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