Regímenes especiales de alimentación (Parte 2)

No siempre se nace con una condición que obligue a mantener un régimen especial de alimentación. A diferencia de un intolerante al Gluten o a la Lactosa, hay momentos de la vida, en los que las circunstancias nos obligan a restringir el consumo de algunos alimentos y ser más comedidos a la hora de alimentarnos.
Durante el embarazo, por ejemplo, las mujeres debemos cuidar la ingesta de algunos alimentos para mantener el metabolismo al mejor ritmo posible. Hay un mito que dice que se debe  “comer por dos” y aunque eso no es del todo cierto, la alimentación debe ser adecuada para garantizar que el feto reciba los nutrientes adecuados para su desarrollo, sin menoscabar los requerimientos de la futura mamá. Durante muchos años se sugerían dietas hipocalóricas que sólo incrementaban el peso pero no tenían un significativo efecto sobre la condición del feto.
En la actualidad se recomienda no hacer un “esfuerzo” especial para alimentarse durante el embarazo, pues lo recomendado es incrementar en aproximadamente 120 Kcal diarias - lo que equivale a una rodaja de pan!!! Sin embargo, si antes de quedar embarazada, era común saltarse algunas “comidas” durante el embarazo eso no es posible.
La diabetes gestacional, es sin duda alguna una condición que amerita mayor cuidado, pues el riesgo para madre e hijo son muy altos. En estos casos es imperativo mantener controlado el nivel de Glucosa y para ello, lo recomendable es disminuir el consumo de grasas en al menos 30%, vigilar las porciones y disminuir en consumo de carbohidratos simples –localizados en pan, pasta, postres con azúcar, papas entre otros.
La lactancia materna, es considerada por la mayoría de los especialistas como la etapa más agotadora de la maternidad, incluso por encima del propio embarazo, ya que el esfuerzo metabólico para producir la leche es muy alto. Se recomienda entonces que la madre incremente en 500 calorías “extras” su ingesta diaria.
Dado que la nutrición del bebé con lactancia exclusiva depende 100% de la madre, es importante que su alimentación sea balanceada y se supriman algunos alimentos como los cítricos, alimentos ricos en estimulantes como el café y el té, especias como el curry y la pimienta,  aquellos alimentos que tengan un sabor muy fuerte y que puedan pasar a la leche como ajo y cebolla y los alimentos que tienen la tendencia a producir flatulencias como las coles y los granos.
Por otro lado es posible que algunos bebes manifiesten síntomas que indiquen una temprana manifestación alérgica.  Muchos bebes manifiestan reacciones adversas a la proteína o a el azúcar de la leche de vaca que ha ingerido la madre. Esto sucede pues el sistema inmunológico del bebé aún no está completamente desarrollado y puede manifestar algunas reacciones que hagan sospechar al especialista. En estos casos, la madre debe eliminar la leche de su dieta y sustituirla por leche de deslactosada o de soya según sea el caso, pero jamás suprimir la lactancia.
En todos los casos es importante consultar con el especialista cómo debemos alimentarnos durante estos “períodos” transitorios de nuestra vida.
Hasta la próxima!!!

3 comentarios

  1. Mariángeles,

    Estoy completamente de acuerdo con el contenido de este artículo, pero sobre todo con lo que comentas sobre la lactancia materna.

    Yo tengo un niño de 2 años, al que con 3 meses se le diagnosticó Alergia a las Proteínas de Leche de Vaca (no IgE mediada) y hasta el sol de hoy hemos estado con lactancia materna y, a Dios gracias, el niño está muy bien. (ah! cabe destacar que hasta los 7 meses fue su único alimento y siempre estuvo (y sigue) con percentiles muy elevados en la tabla de crecimiento de la Organización Mundial de la Salud)

    Para poder continuar dándole el pecho, suprimí de mi dieta todo lo que representara riesgo para su salud (leche, lácteos, quesos, y alimentos que la tuviesen) y al igual que él he venido haciendo una dieta exenta de leche, para asegurarme de que él no tenga contacto alguno con dichas proteínas (No es tarea fácil, pero por la salud de un hijo se hace eso y más).

    Mucha gente no conoce los beneficios de la lactancia materna que, en principio, la OMS recomienda, por lo menos, hasta los dos años de edad. La leche materna es mucho más que leche y es una pena quitarle esa oportunidad a un bebé por desconocimiento de la madre y desconocimiento por parte del resto de las personas que la rodean.

    En mi opinión considero que los pediatras deberían hacer más énfasis en este tema y hacer usos de otras leches en casos realmente necesarios.

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    1. Muy de acuerdo con usted amiguita eso es la mejor experiencia que se puede tener al ser madre yo tengo dos niñas a DIOS gracias no son alergicas a ningun alimento pero las amamante a las dos hasta los dos año y mas sanas imposible es lo mejor que hay alimentar a un hijo de uno mismo.

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  2. GRacias por tu valioso comentario, definitivamente estoy convencida que lo que falta es información y esa es la razón de ser de esta página!!!
    Un gran abrazo y éxito en tu tarea de llevar una vida con un regimen especial de alimentación

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