Un
“pelaje” gris en los embutidos, puntos verdes y peludos en el pan, puntos
cremosos del tamaño de una moneda en las frutas y el crecimiento “peludo” de
las gelatinas, son algunas de las presentaciones de unos molestos organismos
que nos indican que el alimento ya no es apto para su consumo. Son los hongos y
hoy te comento cuan peligrosos pueden ser.
La presencia de hongos o mohos
es uno de los problemas más frecuentes en la cocina doméstica, no sólo desde el
punto de vista estético sino por el riesgo que representan para la salud, siendo responsables de varias Enfermedades Transmitidas por Alimentos. La
presencia de estos organismos generalmente se subestima, pero puede ser tan
peligrosa como la E. Coli y la Salmonella.
Los hongos son organismos
microscópicos del reino Fungi que viven en las plantas y en los animales. La
gran mayoría son organismos filamentosos (como hilachas) y la producción de
esporas es característica de éste reino. Estas esporas pueden ser
transportadas por aire, agua o insectos y esto es sumamente importante pues le
permite llegar muy lejos.
A diferencia de las bacterias
(unicelulares), los hongos son organismos multicelulares y pueden verse sin
necesidad de un microscopio. Hongos y bacterias pueden crecer en el mismo
alimento y pueden hacerlo en la superficie y en el interior del mismo. En los hongos más peligrosos se puede
encontrar sustancias dañinas, que pueden dispersarse a través de todo el
alimento.
Algunos tipos de hongos producen
micotoxinas, metabolitos secundarios tóxicos de composición variada. Quizás
hayas escuchado hablar de las aflatoxinas, un tipo de micotoxina producida por
el género Aspergillus. El término genérico aflatoxina
generalmente se refiere a cuatro tipos diferentes de micotoxinas: B1,
B2, G1 y G2 siendo la primera la más tóxica de
todas.
También puedes encontrar moho
creciendo en algunas partes de tu cocina. Los espacios más húmedos como los
grifos, el fregadero, el desagüe y las esquinas tienen un ambiente propicio
para su crecimiento. Esos derrames de líquidos que no se limpian y que se
evaporan en el aire y el vapor producido por la cocción de alimentos o por
lavar los platos, también son ideales para el crecimiento de hongos.
Para reducir la humedad y
prevenir el desarrollo de estos molestos organismos, debes ventilar tu cocina
de forma regular abriendo ventanas o puertas. De igual forma, es importante
limpiar rápidamente cualquier líquido derramado y los platos que se utilizaron
para comer. Si tienes hongos en el fregadero de la cocina, puedes quitarlo
rápidamente dejando correr abundante agua. En la parte inferior del fregadero es frecuente el
crecimiento de hongos, debido a fugas o por la condensación en las tuberías,
para eliminarlo utiliza vinagre o cloro y para prevenir que vuelva a crecer,
ventila el área con frecuencia.
Otro espacio en el que frecuentemente
se pueden encontrar hongos es el cubo de la basura, básicamente por ser un
reservorio de alimentos en proceso de descomposición. En uno o dos días, el
moho pueda comenzar a crecer en los restos de comida en la basura. Es por eso
que lo mejor es vaciarlo a diario.
Las tablas de cortar y los
mangos de los utensilios de cocina son también ambientes ideales para el
desarrollo de mohos. Muchos piensan que ésto sólo ocurre en la madera, sin
embargo, algunos estudios han demostrado que en superficies plásticas también
pueden desarrollarse. La limpieza y por sobre todo el permitir que el utensilio
se seque completamente disminuyen el riesgo, así que la próxima vez que vaya a
picar, manténgase atento.
Aún cuando la mayoría de los
hongos prefieren ambientes húmedos y templados para crecer, algunos pueden
desarrollarse en los alimentos que almacenas en la nevera. Si eres de los que
prepara la comida para toda la semana, evita dejarlos por más de una semana.
Ten en cuenta que pueden crecer mohos en alimentos como mermeladas, embutidos,
salsas y cremas. Algunos hongos son propios del alimento o se usan para obtener
sus características de sabor y olor (pe. Salchichones) en estos casos, sólo
raspe el exceso y consúmalo.
Sea cuidadoso a la hora de
comprar y almacenar sus alimentos, si encuentra productos “mohosos” descártelos
de inmediato y evite olerlos, pues las esporas viajeras pueden ingresar a su
organismo y causar severas enfermedades respiratorias que pueden ser letales.
Los tratamientos térmicos como la cocción pueden eliminar rápidamente los
hongos, sin embargo, pueden quedar las toxinas, que causan severos cuadros de intoxicación
alimentaria.
Es inevitable que estos hongos
crezcan en los alimentos o en las superficies de la cocina, sin embargo, tenemos la oportunidad de evitar su proliferación
manteniendo una higiene adecuada en casa y consumiendo los alimentos en el tiempo estipulado. Hasta la próxima!!!
Un artículo muy útil. Pero que se debe hacer si se encuentra moho en la vajilla? Además de lavarla se debe desinfectarla de alguna manera para utilizar de nuevo? Es peligroso utilizar vajilla que haya tenido este problema?
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