Cuando los excesos tienen consecuencias…Gota

Retomando nuestro espacio de régimen especial de alimentación, quiero comenzar este ciclo de publicaciones con una enfermedad asociada con una ingesta desmesurada de productos cárnicos y alcohol, que se presentan en mayor porcentaje en hombre que en mujeres (aunque después de la menopausia aumenta la probabilidad de padecerla) y que te hace despertar en medio de la noche con un fuerte dolor: La Gota.


La Gota es una enfermedad producida por una acumulación de cristales de sales de urato (ácido úrico) en distintas partes del cuerpo. Generalmente se presenta de forma inesperada y durante la noche, con una  inflamación y dolor intenso en alguna de las articulaciones,  pero en más del 50% de los casos afecta a la articulación metatarsofalángica del dedo gordo del pie, denominándose PODAGRA. También es frecuente en el dorso del pie, rodillas, tobillos y hombros.

El factor fundamental que causa la Gota es la hiperuricemia (elevación de los niveles de ácido úrico en sangre). Nuestro cuerpo produce ácido úrico cuando descompone las purinas - sustancias que se encuentran naturalmente en el cuerpo, así como en ciertos alimentos, como las carnes (rojas y blancas), pescados y mariscos, así como en lentejas, espárragos y champiñones.

Normalmente, el ácido úrico se disuelve en la sangre y pasa a los riñones para ser excretado a través de la orina. Pero a veces el cuerpo produce demasiado ácido úrico o los riñones excretan muy poco ácido úrico. Cuando esto sucede, el ácido úrico se acumula, formando cristales de urato, (similares a agujas afiladas en un tejido articular o circundante) causando el dolor, inflamación e hinchazón.

La genética es el principal factor de riesgo de padecer Gota, así que si hay historia familiar de esta enfermedad, es importante que se mantenga atento.
Algunas enfermedades y condiciones aumentan la probabilidad de desarrollar Gota, estos incluyen la presión arterial alta no tratada (hipertensión) y enfermedades crónicas como la diabetes, los altos niveles de grasa y colesterol en la sangre (hiperlipidemia), y el estrechamiento de las arterias (arteriosclerosis).

Lamentablemente, estas crisis de Gota se están presentando en personas muy jóvenes, pues los estilos de vida poco saludables, la obesidad, la ingesta excesiva de alcohol o alimentos ricos en purinas, actúan como desencadenante de las crisis de Gota en aquellos con predisposición genética.

¿Podemos evitar la aparición de la Gota?

Evidencias de los especialistas dan cuenta que manteniendo un estilo de vida saludable, con una ingesta moderada de alimentos ricos en purinas y un consumo moderado de alcohol, es posible retardar e incluso prevenir la aparición de una crisis de Gota.

Si tiene algún familiar que ha manifestado una crisis de Gota, es imperativo que acuda al médico especialista, un reumatólogo de preferencia, pues si bien es cierto que una dieta moderada de carnes puede ayudarle, lamentablemente no es suficiente y debe apoyarse en la administración de ciertos medicamentos que mantengan los niveles de Ácido úrico controlados. Los objetivos del tratamiento también incluyen control de los fuertes dolores durante los ataques agudos de la enfermedad, la formación de “tofos” y de cálculos renales.

En casa, procure reducir la ingesta de alimentos ricos en purinas, como los productos de origen animal, lo que ayuda a controlar la producción de su cuerpo de ácido úrico. La dieta también limita alcohol, especialmente cerveza, que se ha relacionado a los ataques de gota. Si tiene sobrepeso o es obeso, pierda peso. Sin embargo, evitar el ayuno y la pérdida rápida de peso, ya que pueden promover un ataque de gota. Beba abundantes líquidos para ayudar a eliminar el ácido úrico de su cuerpo. También evite las dietas de pérdida de peso de alta proteína, que puede causar que usted produzca demasiado ácido úrico.

 
Limite las carnes, aves y pescados: Las proteínas animales son ricas en purinas. Disminuya en consumo de vísceras, carne roja (ternera , cerdo y cordero), pescados grasos y mariscos (atún, camarón, langosta y vieiras) y carne de aves (pollo y pavo). Limite su consumo entre 100 y 170 gramos al día.

Reduzca el consumo de grasas: La grasa saturada disminuye la capacidad del cuerpo para eliminar el ácido úrico. La elección de las proteínas de origen vegetal, como frijoles y legumbres, y baja en grasa o productos lácteos sin grasa le ayudará a reducir la cantidad de grasas saturadas en su dieta.

Limite o evite el alcohol: El alcohol interfiere con la eliminación del ácido úrico de su cuerpo. Beber cerveza, en particular, se ha relacionado con los ataques de gota. Si usted está teniendo un ataque, debe dejar de beber alcohol. Sin embargo, cuando usted no está teniendo un ataque, limite el consume a máximo 150 mililitros al día de bebidas como vino.

Evite los alimentos endulzados con jarabe de maíz o fructosa: La fructosa es el único carbohidrato conocido que incrementa el ácido úrico. Es mejor evitar las bebidas endulzadas con jarabe de maíz alto en fructosa, como los refrescos o bebidas de jugo.

Elija carbohidratos complejos: Coma más granos integrales, frutas y verduras y menos carbohidratos refinados, como el pan blanco, pasteles y dulces.

Elija productos lácteos bajos en grasa: Algunos estudios han demostrado que los productos lácteos bajos en grasa puede ayudar a reducir el riesgo de gota.
Beba muchos líquidos, especialmente agua: Los líquidos pueden ayudar a eliminar el ácido úrico de su cuerpo. Trate de ingerir entre 8 a 16 vasos al día. También hay alguna evidencia de que beber cuatro a seis tazas de café al día reduce el riesgo de gota en los hombres.


Para finalizar, me despido con una frase: 

“El problema no está en lo que te comes, sino en cuánto te comes!” 

Hasta la próxima!!!

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