Esponjas y paños de cocina
pueden ser el reservorio del mayor número de bacterias en la cocina doméstica e
industria, aunque paradójicamente sea el implemento de “limpieza”. Una reciente
publicación del WSJ me hizo recordar lo importante que es mantener este tema en
el tapete y por eso lo elegí para este post de seguridad alimentaria.
Ya en otras publicaciones he
tocado el tema de la limpieza en la cocina, sin embargo hoy quiero dedicar
especial atención a la esponja que usamos para fregar los platos.
En la actualidad, la esponja de
uso en la cocina es fabricada con diversos materiales sintéticos y es un
material poroso fabricado con fibras celulósicas o en polímeros plásticos
(generalmente el poliuretano). Su característica más importante es su capacidad
para absorber agua y por supuesto las sustancias jabonosas que usamos para
eliminar los residuos de grasa y
comida que quedan en platos, ollas y utensilios.
Al estar constantemente húmeda,
se crea un ambiente propicio para el desarrollo de una ran cantidad de
bacterias que pueden ser luego transportadas a los utensilios de uso diario. Si
notas una coloración oscura o un olor “extraño” en la esponja de tu cocina, ese
es el primer indicio de su alta concentración de bacterias y algunas de ellas
pueden ser la causa principal de enfermedades.
"Hay un bosque de baterias
y esporas en una esponja” así lo reseña el WSJ en su artículo, "Se
contamina en el minuto en que la tocas".
Sin importar el material de
fabricación, las esponjas son un espacio propicio para el desarrollo de
bacterias y esa es una realidad que debemos manejar a diario en nuestras
casas. Es importante tener en
cuenta que cuando la malla de la esponja se degrada, es buena señal para
tirarla a la basura.
Mi sugerencia es que diariamente
lave su esponja de cocina, para minimizar el riesgo y extender su vida útil.
A
continuación, comparto algunas técnicas para lavarlas:
1. Agua y
jabón antibacterial: En una solución de agua caliente y un buen jabón antibacterial
usted podrá eliminar una buena porción de bacterias de su esponja. Es muy
importante que al terminar de lavarla la deje secar muy bien antes de la
próxima jornada de trabajo. Esta puede ser una buena técnica para cada vez que
use la esponja.
2. Cloro:
Sumerja la esponja en una solución de cloro al 10% y déjela allí por unos 10
minutos. Retírela de la solución y enjuague con agua corriente. Con este método
usted logrará eliminar hasta el 80% de las bacterias. Como siempre, es muy
importante que la deje secar bien y evite colocarla sobre el recipiente que
utiliza para colocar el jabón.
3. Microondas:
Según los expertos, esta es la más efectiva de todas, llegando a eliminar casi
el 100% de las bacterias alojadas en su esponja. Para que el método sea más efectivo,
aplique la técnica del agua caliente y el jabón antibacterial y luego coloque
la esponja bien mojada en el microondas por 1 minuto. Déjela enfriar pues
estará realmente caliente y finalmente permita que se seque completamente. Aquí
es imprescindible que la esponja NO tenga malla de acero o cualquier material
plástico que pueda derretirse con el calor del aparato.
Una recomendación final, evita
limpiar el fregadero con la misma esponja con la que lavas los platos, vasos y
utensilios, esta es una de las zonas más sucias y contaminadas de la cocina!
Hasta la próxima!!
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