Alimentos que drenan tu energía

Se supone que lo ideal es que los alimentos nos provean de la energía necesaria para las funciones vitales, sin embargo, muchos de las comidas que hacemos en la actualidad, si bien es cierto aportan nutrientes, consumen tanta energía en su procesamiento que termina consumiendoNOS y nos hace parecer cansados y con sensaciones de pesadez constante.  En este artículo haré un recorrido por esos alimentos que literalmente "drenan" tu energía.



El actual estilo de vida que practican la mayoría de los adultos en edad productiva ha generado efectos devastadores en la salud, incluyendo una merma significativa en la energía que debería proveerles los alimentos que consumen cada día. Esa necesidad casi "adictiva" de hacer una cosa tras otra (incluso varias a la vez) hace que demos preferencia alimentos listos para su consumo (muchas veces ultraprocesados) en virtud de “aliviar” nuestro balance vida trabajo.

La calidad de los alimentos que ingerimos es clave, para disponer de energía suficiente, garantizar un sueño reparador, y prevenir enfermedades.

Es natural que nuestra energía varíe lo largo del día, y para eso nuestro cerebro envía impulsos que se convierten en sensación de hambre como “aviso" de la necesidad de recarga de energía. Esta la razón por la que comemos varias veces al día, para garantizar un flujo de energía constante que nos permita cumplir con nuestras responsabilidades. Sin embargo, cuando los alimentos que ingerimos "drenan" energía en lugar de proveerla,  o limitan nuestra capacidad para utilizarla, experimentamos cansancio y dificultad para mantenernos enfocados.

Los alimentos ricos en cereales procesados como el pan, la pasta y otros productos panificables, tiende a llenarnos al momento, pero en un corto tiempo podemos experimentar un descenso en la energía disponible. Esto ocurre porque los cereales refinados carecen de fibra, un ingrediente clave para mantener la salud de nuestra microbiota intestinal. Ten en cuenta que la fibra es responsable de dosificar la absorción de la energía que proviene del alimento, es decir, que los alimentos elaborado con harinas procesadas se absorben más rápido, dejando un vacío en nuestra capacidad para gestionar la energía después de comer.

Los alimentos procesados son ricos en azúcares añadidos, puede que no lo hayas notado pues la industria se ha valido de nombres muy diversos para registrarlos en la etiqueta y que pasen desapercibidos. Si cada consumidor pudiera leer en la etiqueta la cantidad de azúcar que contiene cada producto, seguramente no lo llevaría a casa. Alimentos que parecen saludables como los cereales para el desayuno, el yogurt, los jugos de fruta empacados y buena parte de los alimentos para niños, contiene grandes cantidades de azúcar.

Como nuestro cuerpo ha sido sabiamente diseñado para retirar de forma rápida la glucosa en sangre y convertirla en energía, cuando se encuentra con una abrumadora cantidad, debe emplear más insumos para hacer esa tarea (lo que significa, usar más energía) y si constantemente debe estar empleándola en digerir y metabolizar el azúcar que entra al cuerpo a través de los alimentos, tiene sentido que los alimentos azucarados nos resten energía.

Otro grupo de alimentos que son muy frecuentes en los estilos de vida poco saludables, son los alimentos fritos y las comidas rápidas. En ambos casos la cantidad de grasa (saturada) disponible hace que nuestro cuerpo deba invertir una gran cantidad de energía en procesarla y almacenarla. Este exceso de grasa durante la digestión limita nuestra capacidad para absorber el resto de los nutrientes y aunque son consideradas comidas hipercalóricas, al organismo le consume mucha energía procesarla y aprovecharla.

Además de la ausencia de fibra, la ausencia de vitaminas y minerales limita la capacidad para aprovechar la energía que proviene de los alimentos que comemos diariamente, por lo que resulta hasta fácil comprender porqué la mayoría del tiempo estamos tan agotados. 

Cuando se consume con moderación, el café puede tener efectos físicos y mentales positivos. Por ejemplo, los estudios muestran que el café puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson en un 26-34%, sin embargo, cuando se consume de manera desmesurada puede afectar la calidad del sueño durante la noche, con la inevitable consecuencia de impedir el descanso reparador. Esto sin lugar a dudas impacta de manera negativa en tu productiva al siguiente día, por lo que si bien es cierto, mi recomendación no es que abandones tu ritual de café por la mañana, si te invito a explorar si esta afectando de alguna manera tu capacidad para descansar en la noche. 

Cuando llega la hora de la merienda, algunas personas optan por versiones bajas en calorías, pensando que son la opción más saludable. Sin embargo, incluir demasiados de estos alimentos en tu plan de alimentación, puede llevarte a comer una cantidad insuficiente de calorías durante el día, lo que puede reducir drásticamente sus niveles de energía. Comer muy pocas calorías en las comidas o meriendas también puede aumentar los antojos y esto puede inducir un círculo vicioso de comer en exceso en la próxima ocasión, haciéndote sentir muy llenx y con poca energía. 

Los estudios afirman, que si cambias tu estilo de alimentación, incluyendo más frutas, más vegetales, más cereales integrales y menos grasas saturadas, verás como tu cuerpo responde con mucha más energía, que estará disponible para que puedas cumplir con todos tus planes.

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