¿Qué pasa si como un producto después de la fecha de vencimiento?

Te levantas un día pensando en esas deliciosas aceitunas rellenas con anchoas que compraste para una ocasión especial y SORPRESA se pasó la fecha de vencimiento… 
¿te las comerías?

Muchas personas siguen debatiendo sobre el mismo tema: la caducidad de los productos. ¿Se pueden comer?, ¿son buenos o no?, ¿Cuánto se puede esperar después del vencimiento? Varias décadas atrás se estableció una normativa de etiquetado para los productos “no perecederos” con el objeto de salvaguardar la salud del consumidor, sin embargo, aún en nuestros días la duda sigue latente.

En la publicación Optimizando las compras, escribí acerca de cómo nuestra falta de planificación a la hora de hacer las compras, puede estar generando una huella alimentaria de marca mayor. Si su alacena no está organizada, es muy probable que consiga varios productos “vencidos” que seguramente tendrá que desechar ante la duda de su inocuidad.

Lo cierto es, que usted quiere saber cuando ese producto “vencido” es inseguro para su consumo, ¿no es así? pero no es una respuesta absoluta, pues depende del tipo de producto y las condiciones de almacenamiento.

Los riesgos de contraer enfermedades luego del consumo de alimentos ha sido un gran dilema y tema de preocupación por décadas, es por ellos que se han tomado tantas medidas al respecto y aún así, el riesgo sigue latente. El caso de una familia entera que falleció por la ingesta de alimentos vencidos puso en alarma a toda España en el año 2013. Los casos de fallecimiento por intoxicación con yuca amarga en Venezuela durante el recrudecimiento de la crisis, son también una muestra de quienes son los más vulnerables ante estas circunstancias. 

Asi que abordar este tema no es tan simple y en este artículo espero mitigar algunas dudas para que pueda tomar decisiones mas asertivas la próxima vez que se encuentre con un producto vencido en su alacena.

En primer lugar hay que diferenciar ente la fecha de duración mínima y el vencimiento y eso te lo explico con especia atención aqui.

Una etiqueta con el texto “Consumir preferiblemente antes de…” suelen acompañar los empaques de alimentos no perecederos como cereales, bebidas, conservas, latas…y nos indica la fecha hasta la que el fabricante garantiza las óptimas cualidades de su producto, lo que los expertos llaman características “organolépticas”. 

Después de esa fecha el producto es comestible pero quizás haya perdido cualidades como el sabor, color, textura y otros indicadores que generalmente llaman nuestra atención y por sobretodo la intuición.

Los productos que son microbiológicamente más susceptibles, necesitan también condiciones más específicas de conservación. La fecha de vencimiento se indicaría como una fecha estimada desde la que sería mejor no consumir el producto. Aquí me refiero a los  alimentos frescos como carne, leche o yogures. 

La recomendación es que una vez pasada la fecha de vencimiento no se consuman estos productos.

Los derivados lácteos son un buen ejemplo de este comportamiento. Los quesos madurados pueden soportar un tiempo tras la fecha de vencimiento sin representar un riesgo para la salud. Es posible que la aparición de moho sea un aviso claro y contundente para su cerebro, así que preste atención (eso nos ha mantenido vivos como especie por millones de años) Esto no aplica a los quesos frescos (mucho menos si son artesanales) a estos le recomiendo manejarlos con respeto, comprar lo que se va a consumir y hacerlo lo antes posible. Ante la primera señal de deterioro (cambio en el olor, color o sabor) descártelo!

La leche, sin embargo, una vez abierta, debe consumirse antes de la fecha indicada, incluso la UHT, pues el desarrollo de bacterias patógenas puede representar una amenaza real de enfermedad e incluso de muerte. 

Por otro lado, yogures y leches fermentadas (sin abrir) pueden durar un poco más después de su fecha de vencimiento, los puede consumir sin mayor reparo pero en muchos casos, su valor nutricional mermará rápidamente (las bacterias "buenas" dejaran de desarrollarse debido a los cambios en la acidez del producto).  Si ya los abrió y llegó su fecha de vencimiento, lamentablemente debe descartarlos de inmediato, pues la exposición a las bacterias circundantes puede fomentar el desarrollo de bacterias patógenas que si pueden enfermarte gravemente.

Las condiciones de almacenamiento inciden de manera importante en la vida útil de los productos, en consecuencia, la manipulación adecuada de los productos no perecederos puede mantenerlos “adecuados” para su consumo incluso después de su fecha de vencimiento. 

Los huevos por ejemplo, son marcados con una fecha de consumo preferente sin embargo, las condiciones de almacenamiento pueden afectar de manera significativa la calidad y la inocuidad. Si ha comprado una cantidad que podría hacerle sospechar que aún tendrá algunos huevos después de la fecha de consumo, guárdelos en el refrigerador (no en la puerta, sino en un lugar donde la temperatura se mantenga contante) y recuerde cocinarlos completamente antes de consumirlos.

La humedad, es importante en aquellos productos con envase de papel. Para las latas de metal, sólo la temperatura hace la diferencia, pero los productos envasados ​​en vidrio puede verse afectados por la luz, acelerando la rancidez en algunos alimentos, especialmente los que tienen grasa.

La FDA considera que los alimentos enlatados tienen una vida útil prácticamente ilimitada. A pesar de la etiqueta "consumir antes de" si las latas se conservan correctamente y no muestran signos de corrosión, abolladuras, abultadas o fuga, no hay problemas de seguridad. Por otra parte, la calidad de los alimentos enlatados se deteriora muy lentamente.

Con toda esto, queda de su parte la toma de decisiones respecto a esos productos que tiene en su alacena y que están por vencerse o que ya se vencieron. La filosofía de Alimentación Consciente parte del uso adecuado de la información y ahora está en sus manos. Hasta la próxima!!!