El pasado 18 de febrero se
celebró el Día Internacional del Síndrome de Asperger, en honor a Hans
Asperger, psiquiatra y pediatra austríaco que describió la condición por
primera vez en 1944.
Mucho se ha especulado de ésta
condición y quizás por esa razón hay tanta desinformación en torno a ella. Como
la mayoría de las condiciones descritas en éste espacio, no es una enfermedad y
tampoco tiene “cura” por lo que las investigaciones tienden a buscar formas de
mejorar la condición de quienes son diagnosticados con la condición.
Según
la definición plasmada en las conclusiones del II Congreso Internacional sobre
el síndrome de Asperger, realizado en Sevilla en 2009, se trata de una
discapacidad social de aparición temprana, que conlleva una alteración en el
procesamiento de la información. Los sujetos diagnosticados con Asperger
presentan ciertos estilos de procesamiento cognitivo muy particulares
alternativos -notoriamente, mostrando la capacidad de observar y señalar
detalles que escapan a la mayoría de las personas neurotípicas- y
frecuentemente, habilidades especiales en ciertas áreas del procesamiento.
Las
investigaciones en torno a cómo mejorar la condición, indican que quienes
tienen la condición padecen de dificultades para procesar las proteínas, por lo
que una adecuada dosificación de las mismas puede mejorar el cuadro de los
pacientes. Estudios más recientes, indican que las dificultades se centran en
la dificultad para metabolizar el gluten (proteína presente en el trigo, avena,
cebada y centeno) y la caseína (proteína de la leche)
En
tal sentido, una dieta libre de gluten y caseína han demostrado una mejoría de los
trastornos gastrointestinales del niño así como también una importante mejoría
en el comportamiento.
Lo
que se conoce hasta los momentos es que debido a las malformaciones del
intestino, el metabolismo de proteínas a aminoácidos se hace de manera
incompleta y tanto el gluten como la caseína son transformados en péptidos opiáceos
que resultan tóxicos alterando el funcionamiento cerebral. De ser así, la
supresión de ambas proteínas en la dieta mejora la condición de las personas
con el síndrome y por ende, su calidad de vida y la de sus familias.
Si
deseas conocer más acerca del régimen libre de gluten y caseína puedes contactarme
vía micocinasegura@gmail.com
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