Amor en todas las tallas

Uno de los aprendizajes más valiosos que he cosechado durante mis años de trabajo, es que para amar a otros (incluidos los hijos) es necesario amarSE a si mismo.. y aquí hago una importante distinción en el lenguaje: Amar no es igual a enamorarse. Ese amar al que hago referencia, es ese que nos permite disfrutar de lo que vemos en el espejo cada día con su luz y con su oscuridad.


Buena parte de los especialistas en salud mental, han tratado de entender la conducta humana respecto al amor y al enamoramiento, pues representan emociones y sensaciones tan intensas que pueden afectar a la mente y al cuerpo de todos nosotros. 

El enamoramiento es un sentimiento muy intenso, que puede desarrollarse rápidamente y que responde a la cascada neuroquímica que se produce en nuestro cerebro, es intenso y en la mayoría de los casos suele "idealizar" el objeto que da inicio a estas sensaciones.

Algunos autores aseguran que el enamoramiento es la primera etapa del amor romántico, ese que celebramos cada 14 de febrero. Sin embargo, yo me decanto por una definición más profunda como la que plantea Helen Fisher y sus estudios de la neurobiología del amor: es un poderoso sistema de motivación, un impulso básico que nos permite satisfacer una serie de necesidades.

Amar es un acto de valentía, supone una gran entrega, pero sin perder la identidad. El amor es compartir, aprender, descubrir… el amor en esencia es aceptar lo que es y sin juicios.

Hace poco me hallé en la paradoja del privilegio: descubrí que en temas asociados con el tamaño del cuerpo, vivo el privilegio de la delgadez y eso, por un par de días me mantuvo cautiva... nunca antes me consideré con un cuerpo privilegiado, pero para un buen grupo de personas, es así y eso me turbó. Mi metro y medio de estatura y el cabello rizado me habían mantenido en un círculo de minorías que confieso, se que me hacen diferente y eso me hacía sentir orgullosa, aún cuando por años he vivido algunas bromas pesadas de quien sintiéndose "privilegiado" hacen "bromas" y chistes que la verdad nada tiene de gracioso... o incluso, en algún momento me hicieron sentir vulnerable. 

Pero me creí inmune a ellos.. hasta que me vi del otro lado...del lado del perpetrador, de quien sin ánimos de ofender, usa palabras y promueve conductas que pueden hacer sentir mal a otros..

Lo cierto de este hallazgo, es que pude reconocer de una manera más consciente, cómo el estándar estético y la gordofobia que impera en nuestra sociedad, perpetúa el sufrimiento de muchas mujeres y hombres que no se sienten a gusto en su propia piel y hacen todo lo posible incluso atentando contra su propia integridad, sometiéndose a tratamientos que los mutilan de por vida, con el único objetivo de ser “suficientes” y encajar en la “plantilla" impuesta incluso de una generación a otra, con la creencia que sólo se es amado y feliz si eres delgadx.

El estigma asociado con el peso es tanto una injusticia social como un problema de salud pública, que amenaza la salud física y psicológica de la víctima.

Ahora soy (orgullosamente) parte de un grupo cada vez más numeroso de profesionales que trabajamos (y estudiamos) para desmontar el estigma, promover la salud en todas las tallas y acompañar a otros a rescatar su soberanía corporal a través de un proceso compasivo y respetuoso que promueve el rescate por el amor propio y la confianza corporal.

Muchas veces se siente como nadar contra la corriente, la violencia corporal esta tan arraigada en nuestras mentes, nuestras palabras y en nuestra cotidianidad que cuesta darse cuenta y al no poder reconocerla, es complejo hacer algo para cambiarla. 

Algunos lo consideran absurdo y sin base, especialmente colegas y otros especialistas de la salud y es que ya en nuestra formación se nos indoctrina con el paradigma centrado en el peso y a establecer una relación causal entre el peso y las enfermedades. Pero lo cierto es que hay cada vez más evidencias que desmontan esta creencia y allí está parte del trabajo de sanar la relación con los cuerpos.

Así como existimos personas pequeñas (estoy bastante por debajo de la media) también existen personas grandes y no por eso estamos enfermxs. Algunas personas tienen genética de cuerpos delgados y otros de cuerpos más grandes y eso no significa que lxs primerxs estén saludables y lxs segundxs estén enfermxs. 

El estigma asociado con el peso, también conocido como sesgo relacionado con el peso o discriminación por el peso, es la discriminación o estereotipo basado en el tamaño de una persona. El estigma asociado con el peso también se manifiesta como gordofobia, el desagrado o miedo de ser o volverse gordx. 


Si estás transitando por un proceso para perder peso, me gustaría que puedas explorar si es algo que viene de ti o viene de la presión exterior... si alguien te hizo sentir menos y sientes que haciéndolo, podrás "encajar" o satisfacer su necesidad...

Desde mi espacio privilegiado (que no siempre ha sido así, pero esa es otra historia) quisiera que sepas que eres hermosx tal cual como eres, que el amor y en especial tu salud (física y emocional) no se mide en la balanza y si alguna vez te hicieron creer que si no eres delgadx no serías digno de ser amado (y de amar) créeme, no es verdad. 

Repito, amar es un acto de valentía... y vivir fuera de la plantilla también.. así que celebremos hoy y siempre el amor en todas las tallas.

Si necesitas ayuda para salir de la “plantilla” y cultivar el amor por tu cuerpo, estoy a la vuelta de un clic a través de hola@cocinasegura.com 

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