Protección solar a través de lo que comemos

Seguramente ha escuchado que para obtener y mantener un buen bronceado, es importante comer alimentos como zanahorias (que son ricas en Betacarotenos), de hecho muchas investigaciones serias lo confirman, si hay una relación directa entre lo que comemos y cómo se activan la melanina de nuestra piel. Sin embargo, ¿qué pasa con el efecto protector? ¿pueden los alimentos protegernos del daño producido por los rayos solares? En este artículo te comparto lo que hasta el momento dice la ciencia basada en evidencia.


Comer de manera irregular, es decir sin mantener una frecuencia o periodicidad, puede afectar de manera significativa la capacidad de nuestras células para regenerarse luego de su exposición (y daño) a los rayos solares. 

Así lo demuestran los estudios realizados por el equipo de Joseph S. Takahashi, PhD en el Instituto del Cerebro de la Universidad de Texas (USA) y aunque los investigadores no han encontrado la respuesta a por qué comer de manera irregular cambia los niveles de XPA en los ratones y luego traducir esto al comportamiento en los humanos, es fascinante que la piel sea sensible no sólo a lo que se come, sino a la frecuencia con la que comemos. 

Los resultados del estudio, demuestran que la enzima que repara la piel dañada por los rayos UV (xeroderma pigmentoso grupo A (XPA)), tiene un ciclo diario de producción que puede alterarse cuando el ritmo de alimentación es irregular, algo que suele ocurrir de manera frecuente cuando estamos de viaje disfrutando de las vacaciones.

Aun cuando hay mucho que explorar en esta área de investigación, estos primero hallazgos perfilan nuevas líneas de investigación en las que el rol de la alimentación tiene un impacto significativo en la salud.

La radiación solar está conformada por radiaciones electromagnéticas emitidas por el Sol y aunque la atmósfera terrestre absorbe la más peligrosa y aun cuando los rayos UVA y UVB constituyen sólo una pequeña porción de los rayos solares, estos son la causa principal   del melanoma y otros tipos de cáncer de piel. Es por ello que la protección a través de bloqueadores solares es un recurso ineludible siempre que la exposición sea una posibilidad cuando se está en exteriores.

Si los alimentos tienen la posibilidad de protegernos contra los efectos nocivos de la radiación,  vale la pena preguntarse ¿cuáles son los mas apropiados para incluir en nuestras comidas?

Durante la exposición al Sol, la alimentación debe estar orientada a aumentar la fotoprotección natural de la piel, ya que así se ayuda a equilibrar la respuesta inflamatoria del cuerpo, los mecanismos antioxidantes y la actividad apoptótica saludable del organismo. 

Para aumentar la fotoprotección de la piel, son necesarios aquellos alimentos que estimulen la producción de melanina, ya que además de dar color a la piel, también absorbe las radiaciones UV. No podemos comernos el bloqueador solar, pero si podemos ayudarle con los 5 alimentos mas poderosos para protegerte del sol (y te ayudan a obtener un lindo color bronceado):

  1. Cítricos: Naranjas, mandarinas, limón, fresas y moras son ricos en vitamina C, un potente antioxidante que ayuda a reponer los efectos inflamatorios producidos por la exposición al Sol y neutraliza los radicales libres que se generan como respuesta a la estimulación de los rayos UV.  DATO: Las espinacas y el coliflor son también ricos en Vitamina C.

  1. Frutas y vegetales de color naranja y amarillo: Su característico color declara la presencia de Betacarotenos, los más potentes precursores de la Vitamina A cuyo efecto protector ha sido ampliamente documentado. DATO: Comer los alimentos en comparación a tomar suplementos es mas eficiente y menos proclive a la vitaminosis, que puede perjudicar tu hígado

  1. Vegetales de hojas verdes:  Alimentos como la col rizada y las espinacas son excelentes fuentes de luteína y zeaxantina un par de carotenoídes que también son precursores de vitamina A. DATO: La absorción de ambos es mayor cuando se combinan con grasas como aguacate o aceite de oliva. 

  1. Nueces y semillas: Las nueces, las semillas de cáñamo, las semillas de chía y el lino contienen ácidos grasos esenciales omega-3. El pescado, los mariscos y los huevos también son excelentes fuentes de ácidos grasos esenciales, que ayudan a mantener la integridad de la piel y también son antiinflamatorios. DATO: Nuestros cuerpos no pueden producir omega-3, por lo que es esencial que los obtengamos de nuestra dieta.


  1. Te verde: Su alto contenido de flavonoides (especialmente EGCG) reduce el daño de la piel  producido por los rayos UVA y estimula la disminución del colágeno. El colágeno es la proteína más abundante de nuestro cuerpo, le da a la piel su integridad y firmeza. DATO: Un te frío con rodajas de limón aumenta el efecto protector debido a la activación de la enzima Q10 presente en las cáscaras cítricas. 

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