Cuando se trata de un régimen
especial de alimentación la merienda escolar puede ser un verdadero dolor de
cabeza, incluso mayor que el de los padres con niños que llevan alimentación
regular.
Resulta que cuando no queda
tiempo para preparar una merienda y enviarla en la lonchera, la cantina escolar
puede “resolver” el problema de aquellos padres cuyos hijos llevan una dieta
regular, sin embargo, si el chico está sujeto a una dieta de exclusión de uno o
varios ingredientes, la cantina no es opción.
Así como salir a comer puede
significar un verdadero “problema” para quienes llevan una dieta especial,
intentar que en la cantina haya algún producto adecuado para una dieta de
exclusión es prácticamente irreal. No tenemos cultura de cantinas escolares con
opciones saludables, por lo cual pretender que encontraremos alguna galleta sin
gluten, leche deslactosada o una opción “vegana” es un sueño bastante alejado
de la realidad.
Por otra parte, el riesgo de
“contaminación cruzada” es muy alto y aún cuando se lograra ofrecer algún
producto para satisfacer estas necesidades, ¿quién garantiza su “inocuidad” en términos de alergenos o
ingredientes “prohibidos” ?
Entonces, con este panorama lo
único seguro es que todo aquel que lleva una condición especial de
alimentación, debe preparar a diario y sin interrupción, su merienda de media
mañana, el almuerzo y la merienda de la tarde, empacarlos en una lonchera y
llevarlo diariamente y sin falta al colegio.
Mientras los niños están
pequeños, tenemos el control en casa y podemos vigilar el cumplimiento de la
dieta, pero inmediatamente que comienza la escolaridad, se nos escapa de las manos y la angustia
de una recaída está a la vuelta de
la esquina.
La opción es simple, nos corresponde
entonces confiar en que los niños saben cómo decirle “NO” a los productos que
le sienta mal y hablar con las autoridades del colegio para mantenerlos
informados acerca de su condición y los riesgos que la ingesta de esos
ingredientes “prohibidos” pueden producir. Incluso así, es posible encontrar
resistencia y por desconocimiento, los chicos pueden quedar expuestos… es duro
pero es nuestra realidad.
No obstante, nuestra tarea y
determinación continúa intacta y los invito a continuar apoyando la divulgación
de este mensaje: “juntos sonamos más” para que más personas conozcan de las
condiciones que ameritan régimen especial de alimentación, y mejore su calidad
de vida. Los invito a enviar sus mensajes con el Hashtag #juntosonamosmas pues
nuestra meta es que cada día se sumen más y más personas a esta labor de
hormiguita que nos hemos propuesto! Gracias de antemano!
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