Pardeamiento u oscurecimiento
enzimático, así se llama ese proceso natural que le ocurre a las manzanas y al
cambur, además de otros vegetales después que los picamos y dejamos al aire
libre.
Desagradable a la vista para
muchos, es uno de los mayores problemas que la industria alimentaria debe
resolver, pues es un proceso natural que nos indica que el oxígeno molecular
reacciona con el tejido expuesto después de picar, golpear o aplastar la fruta.
Esta reacción se produce de
forma muy rápida por acción de una enzima llamada Polifenoloxidasa (PFO) por la cual los fenoles se combinan con
el oxígeno para transformarse en quinonas, que se polimerizan o reaccionan con
grupos amino de diferentes compuestos, formando compuestos coloridos que
reciben el nombre de melaninas y que tienen propiedades antimicrobianas, por lo
que los expertos asumen que la reacción es un mecanismo de defensa de los
vegetales contra infecciones.
En algunos casos, como en las
pasas y otras frutas secas, la sidra, el té o el cacao, el pardeamiento
enzimático contribuye al desarrollo de los colores característicos y muy
apreciados en estos productos.
Por otra parte, puede producirse
también una pérdida nutricional de la fruta, ya que aunque la polifenoloxidasa
no oxida directamente al ácido ascórbico (vitamina C), ésta puede destruirse al
reaccionar con intermedios de la reacción.
Ahora bien, luego de esta corta
pero precisa clase de Bioquímica, vamos al grano, cómo evitamos este proceso?
1. Empaque
al vacío: Ahora son cada vez más comunes estas maquinas en el hogar pues
constituye una excelente técnica para almacenar y cocinar alimentos y preservar
todo su valor nutricional. Luego de cortar las frutas, colóquela en la bolsa
especial y haga vacío según las
indicaciones del fabricante. Este método funciona muy bien pues elimina el
principal protagonista del proceso: El Oxígeno. No obstante, amerita que usted
tenga el equipo y que su hijo sepa cómo abrir el empaque una vez sellado.
2. Congelar:
La disminución brusca de la temperatura inhibe la acción de la enzima PFO, que
acelera el oscurecimiento, por lo que congelar las frutas o los vegetales
pueden resolver el problema. El caso aquí es que la fruta sólo servirá para
hacer jugos pues al descongelar la fruta pierde muchas de sus propiedades
organolépticas y puede resultar poco atractiva al momento de comerla.
3. Utilice
ácido cítrico: Inmediatamente después de picar las frutas, agregue jugo de
limón. El ácido inhibe de inmediato a la enzima y la oxidación es tan lenta que
parece que no suediera. El inconveniente con éste método es que tod queda muy
ácido y es posible que a ni a usted ni a sus hijos les resulte tan delicioso.
Es cuestión de educar al paladar!
Curiosamente, los refrescos tiene una alta
concentración de ácido cítrico, por lo que sumergir los trozos de fruta en un
refresco claro como Chinotto o Seven Up podría funcionar.
4. Utilice
mecanismos de barrera: Si baña las frutas con miel o yogurt, ambos líquidos
impiden el contacto del oxígeno con los fenoles de la fruta, impidiendo su
reacción y posterior oscurecimiento. Esta es una de mis técnicas favoritas, así
que la recomiendo ampliamente.
5. Utilice
una liga: Esta resultó ser una técnica bien interesante además de muy práctica.
Aquí la idea es picar la manzana en varios pedazos que después podamos armar
como un rompecabezas. La liga los mantendrá unidos dentro de la lonchera hasta
la hora de comerla y como las partes picadas no se expusieron al oxígeno por
estár muy juntas (por el efecto de la liga) el oscurecimiento difícilmente sucedió.
Espero que estas técnicas
faciliten la incorporación de frutas en su lonchera, ya no hay más excusas!! Hasta
la próxima!!
No hay comentarios
Publicar un comentario
Tu participación nos permite mejorar los contenidos que publicamos, gracias por compartir tus comentarios con nosotros.