Cereales, frutas, tubérculos y granos son
fuentes de carbohidratos a las que usted puede optar para incluir en su Lonchera y a lo largo de todo su plan de alimentación. No obstante, carbohidratos también lo son el jarabe de
maíz rico en fructosa, melaza y azúcar, las harinas de cereales, el pan, las galletas y las tortas, sin embargo el efecto de estos últimos en
el organismo es sustancialmente diferente y aprender a elegir cuánto consumir de
estos (o suprimirlos) puede significar salir eximido en los próximos exámenes
de laboratorio.
Los carbohidratos (también llamados “hidratos
de carbono”) son uno de los tres tipos de macronutrientes presentes en nuestra
alimentación (los otros dos son las grasas y las proteínas). constituyen la
fuente energética más importante del organismo y resultan imprescindibles para
una alimentación variada y equilibrada.
Con esto en mente, queda claro que las dietas
exentas de carbohidratos son inadecuadas para mantener un estado de salud
óptimo, así que en lo sucesivo consideraremos necesario ingerirlos siempre. Ahora
bien mi intención es que al terminar de leer esta publicación, usted tenga más
herramientas para hacer las
mejores elecciones.
La cantidad óptima de carbohidratos dependerá
de su edad, sexo, nivel de actividad física, preferencias personales, cultura y
por último pero no por eso menos importante: el metabolismo. Las personas con
mayor actividad física toleran una mayor cantidad de carbohidratos si lo
comparamos con una de su misma edad y sexo pero que sea sedentaria. Por otro
lado, las personas que han sido diagnosticadas con síndrome metabólico
(sobrepeso, diabetes, resistencia a la insulina, etc) no tolera la misma
cantidad de carbohidratos que los individuos sanos. Algunos especialistas lo
catalogan como una intolerancia a los carbohidratos.
Si usted está buscando mantenerse saludable,
es decir que está en su peso óptimo en función de su estatura y un Índice de
Masa Corporal (IMC) dentro del rango normal, entonces sólo necesita reducir la
ingesta de aquellos carbohidratos poco saludables como harinas y azúcares
refinados. En estas circunstancias, usted podrá ingerir entre 50-100 g por día.
Esto supone abundantes vegetales (lo que quepa entre sus dos manos), 2 ó 3
porciones de fruta (sin restricciones) o una pequeña porción de carbohidratos
con almidón (del tamaño de un puño hecho con una de sus manos).
Si por el contrario, ha recibido un
diagnóstico que amerite una restricción de carbohidratos, seguramente su médico
tratante le recomendará ingerir entre 20-50 g/día y además ser muy cuidadoso de
las fuentes de carbohidratos que está consumiendo, prestando especial atención
en aquellas fuentes ocultas, así que debe prestar atención a las etiquetas de
los productos procesados que compre en el supermercado. Aquí los vegetales
serán su mejor fuente de energía y algunas frutas seleccionadas por su médico
tratante.
En mis encuentros presenciales comparto la
siguiente imagen que le hará más fácil estructurar su plato nutricionalmente
equilibrado.
Tenga en cuenta que existen dos tipos de carbohidratos: los que
tienen almidón (cereales, tubérculos y granos) y los que no tienen almidón
(vegetales). En la imagen, verá como sólo ¼ de su plato será de carbohidratos
con almidón y la mitad de vegetales.
Aún cuando parece muy difícil de cumplir, mire los siguientes ejemplos y podrá constatar que es más sencillo de lo que usted piensa:
Otra recomendación que me gusta compartir es
que al momento de elegir sus fuentes de carbohidratos dé preferencia a las
fuentes naturales y disminuya el consumo de productos procesados con azúcares
añadidos que perjudica sustancialmente la salud. Esto es comer lo “más casero”
posible, de manera que usted realmente controle las porciones y combinaciones
servidas. La fruta mejor entera y no en jugos, así aprovecha los beneficios de
la fibra.
Los planes de alimentación bajos en
carbohidratos reducen en gran medida los niveles sanguíneos de insulina, una
hormona que lleva la glucosa a las células. Muchos expertos creen que la razón
las dietas bajas en carbohidratos funcionan tan bien para bajar de peso, es que
reducen los niveles de esta hormona. Otra cosa que la insulina hace es decirle
a los riñones almacenen sodio. Esta es la razón por la que dietas altas en
carbohidratos pueden causar retención de agua. Al disminuir los carbohidratos,
se reduce a la insulina y los riñones de empezar a eliminar el exceso de agua
haciendo que pierda peso rápidamente en las primeras fases de la implementación
de la dieta.
Recuerde que lo que funciona para una persona
no necesariamente funcionará para usted. En tal sentido, le recomiendo consultar
con un especialista (Nutricionista) y evite seguir recomendaciones de amigos o
de personas que no están formadas en el área. Usaría usted el cepillo de
dientes de su mejor amig@? Seguramente la respuesta es un rotundo NO. Piense
que cada individuo tiene requerimientos específicos, por lo que su plan de
alimentación debe ser personalizado.
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