Comienza un nuevo año y las
energías renovadas nos permiten idear nuevas propuestas para mejorar el
contenido de la lonchera.
No obstante, a pesar de los
esfuerzos que podamos hacer desde éste espacio y de muchos otros, ocupados por
mejorar los hábitos de alimentación en los escolares, creo que la clave del
éxito está en enseñar a los chicos, la importancia de una buena alimentación y
los criterios para la selección de los alimentos más convenientes para cada
condición.
Así como se realizan charlas de
prevención del consumo de drogas, embarazo precoz, violencia doméstica, entre
otros, sugiero promover la realización de actividades que le permita a los
chicos desarrollar criterios firmes para la selección de los alimentos más
adecuados para su dieta, reconociendo los beneficios del consumo de frutas y
vegetales así como también conocer las consecuencias del consumo excesivo de
grasas y carbohidratos.
Por otra parte, es
importantísimo apoyar a los responsables de la selección y el manejo de los
alimentos en las cantinas escolares. Si bien es cierto que ellos tienen una
larga experiencia en el medio, sabemos que los costos pueden incidir en la
selección de alimentos de menor calidad o menos saludables para mantener los
precios en un rango manejable para los padres. Este es un precio muy alto, que
pagamos a largo plazo, pues todo el esfuerzo que hacemos en casa por inculcar
hábitos saludables, se pierden en 5 minutos, cuando los chicos terminan
escogiendo un alimento frito en la cantina.
Es una cuestión de alternativas,
el tema aquí es que en realidad no hay para escoger: o es tequeño o es
empanada, ambos fritos!!! Y para acompañar jugos envasados con un alto
contenido de azúcar, galletas y chucherías procesadas con una gran cantidad de
aditivos… muy poco saludables a mi juicio.
No pretendo hacer una campaña en
contra de los alimentos procesados, mas considero que los chicos ya tendrán
tiempo de probarlos, mientras estén pequeños, ¿qué les parece ofrecerle
alternativas mas naturales? Se habla mucho del desarrollo de alergias
alimentarias y una gran cantidad de condiciones asociadas a los alimentos
consumidos, tiene sentido entonces volver a lo básico y educar al organismo a
las opciones saludables, sus cuerpos lo agradecerán más adelante.
Me despido por hoy, dejándoles
una sencilla reflexión: “Somos lo que comemos” Hasta la próxima!.
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