De acuerdo a las más recientes
evidencias científicas, las mujeres con celiaquía presentan un mayor riesgo de
retraso del crecimiento intrauterino, bebes con bajo peso al nacer, parto prematuro y
aborto involuntario, sin embargo, el riesgo se reduce de manera significativa
con una dieta libre de gluten. Muchas
mujeres descubren que son celiacas durante el embarazo, ya que la enfermedad,
que hasta entonces había permanecido asintomática, comienza a manifestarse en
la gestación en forma de diarrea o de pérdida de peso en estos nueve meses. Así,
queda claro que descartar la enfermedad celíaca es un terreno que compete no
sólo al gastroenterólogo, sino especialidades tan diversas como la
gineco-obstetricia.
En 1996 fue publicado en el Acta
Paediatr Suppl los resultados obtenidos por un equipo de investigadores
que observaron que el número promedio de hijos nacidos de pacientes celíacas
(antes del diagnóstico) era significativamente menor en comparación con los
controles, mientras que, tras el diagnóstico y el tratamiento (dieta libre de
gluten) las pacientes tenían un número de niños similares a las pacientes
control. Los autores concluyeron que la diferencia global de la fecundidad
entre las mujeres celíacas y los controles, se debió a la infertilidad relativa
antes del diagnóstico y su corrección mediante una dieta sin gluten.
Además de los trastornos
reproductivos, la mayor parte de las investigaciones se han centrado en la
relación entre la celiaquía y los resultados adversos del embarazo. De hecho,
se ha reportado en la literatura científica que las mujeres celíacas tienen un
mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo y varios estudios han
demostrado que la celiaquía es diagnosticada con mayor frecuencia en los grupos
de riesgo y pacientes con una historia de fracasos reproductivos.
La infertilidad de
origen desconocido supone un 15% del total y, según algunos estudios, hasta un
5,6% de estos casos podrían explicarse por una celiaquía subclínica sin
diagnosticar.
El por qué la celiaquía es
responsable de estos casos de infertilidad o abortos espontáneos no está clara,
pero se han sugerido algunas hipótesis. Esas hipótesis pueden clasificarse en
dos grandes grupos: la deficiencia de nutrientes y mecanismos autoinmunes.
DEFICIENCIA DE NUTRIENTES:
La deficiencia de nutrientes,
que se producen a menudo durante la celiaquía, ha sido considerado
históricamente la principal causa de trastornos ginecológicos y embarazos
adversos. Resulta que la atrofia de las vellosidades intestino delgado (síntoma
característico en los celíacos), por lo general resulta en la mala absorción y
puede conducir a anormalidades hematológicas como anemia y otras deficiencias
de nutrientes selectivos, tales como zinc, selenio y ácido fólico que juegan un
papel protagónico en el embarazo y el desarrollo fetal. Desafortunadamente, los
estudios nutricionales en pacientes celíacas durante el embarazo son muy
limitadas. La mayoría de los estudios que investigan la mala absorción de
nutrientes se han desarrollado en los niños, de modo que, no parecen estar
documentados suficientes datos para ofrecer una explicación definitiva para los
trastornos reproductivos en las mujeres con celiaquía.
Se necesitan más estudios para
definir con precisión el papel de la absorción alterada y cambios nutricionales
resultantes sobre la fertilidad femenina en pacientes celíacas no tratadas, así
como los efectos de una dieta sin gluten, especialmente con la restauración del
estado nutricional normal.
MECANISMOS AUTOINMUNES:
Las pacientes celiacas que aún
no se adhieren a la dieta, es decir, que aún consumen alimentos con gluten, en
general muestran niveles elevados de anticuerpos anti-TG (Transglutaminasa) en
sangre. Ya ha sido bien documentada la hipótesis de que los anticuerpos
anti-TG, podría ser no sólo un marcador de diagnóstico de celiaquía, sino
también directamente implicados en los trastornos ginecológicos, especialmente
de la placenta. De hecho, es digno de hacer mención que los anticuerpos anti-TG
son reportados por causar el daño
intestinal y neurológico, lo que interfiere con el ciclo celular del
enterocito humano y la inducción de la apoptosis (destrucción) de las células
neuronales.
Los estudios publicados por Di Simone y
colaboradores, proporcionan un modelo patogénico inmunomediado por el daño de
la placenta que ocurren potencialmente en mujeres con celiaquía activa y un nivel
elevado de anticuerpos circulantes anti-TG, dando una justificación para el aumento
de la incidencia de problemas obstétricos relacionadas con la placenta en
mujeres celíacas.
La celiaquía es la condición
autoinmune más común con una prevalencia de 1% en la población general en todo
el mundo.
Los hallazgos reportados en la literatura científica demuestran que las pacientes con infertilidad de origen desconocido, abortos espontáneos recurrentes o RCIU (restricciones en el crecimiento intrauterino) tienen casi el 5, 6 y 8 veces respectivamente, mayor riesgo de ser celíacas en comparación con la población general. A menudo, las pacientes con trastornos de la reproducción no presentan síntomas evidentes de la condición celíaca, o, como máximo, la fatiga asociada con la anemia por deficiencia de hierro.
Como resultado, la menstruación irregular, disminución
de la fertilidad y / o resultados adversos del embarazo pueden ser la
manifestación clínica inicial que finalmente resulta en un diagnóstico de celiaquía.
Consulte a su médico en caso de
considerar que esta información ha despertado en usted un interés personal. Hay
un camino extenso por recorrer con el diagnostico de la celiaquía así que
mientras más información podamos compartir, más fácil puede ser el diagnóstico
precoz.
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