La
inminente escasez de los productos cotidianos de la dieta del venezolano le ha
costado al país cientos de horas improductivas, pues al mejor estilo de
nuestros antepasados cazadores, nos corresponde la ardua tarea de visitar
tantos establecimientos como sea posible en busca del preciado alimento… esta
vez en bolsa, lata, o en empaques de larga duración. En
medio de la evidente desesperación por llevar el alimento a nuestro hogar,
hemos perdido un poco el rumbo y estamos comiendo literalmente lo que otro ha
decidido poner en el anaquel del supermercado, con días específicos inclusive!
al mejor estilo de estrategias retrógradas de los tiempos de guerra.
En
tiempos de paz, estamos alimentándonos como si estuviéramos en una guerra:
alimentos ricos en carbohidratos altamente digeribles que se transforman
energía muy rápidamente (poco útil para sentarnos frente al escritorio 8 horas
diarias) muy pocos alimentos frescos, esenciales para garantizar la ingesta de
vitaminas y minerales que de otra forma, se pierden durante la cocción o
durante los innumerables procesos de transformación en la industria de
alimentos, pocas o prácticamente inexistentes fuentes de proteínas de alto
valor biológico (por sus elevados costos). Este era el escenario de enfrentaron
los grandes tecnólogos de alimentos durantes los tiempos de la I y II Guerra
Mundial y que en tiempo record tuvieron que desarrollar fórmulas para mantener
a los soldados en pie aún ante las adversas condiciones.
Pero
resulta que usted y yo vivimos en la ciudad, usamos carro (o el transporte
público,) para transportarnos de un lugar a otro, por lo que caminar está casi
en desuso (sólo para la caminadora del gym en algunos casos) pasamos largas
horas de trabajo en oficina (o parados en la cola del supermercado) por lo que
el consumo de calorías es ínfimo, así que nuestros cuerpos (poco evolucionados
para este escenario) decide almacenar en forma de grasa y aumentamos de peso a
una velocidad que prácticamente no nos permite darnos cuenta, aún cuando nos
veamos frente al espejo todos los días.
Sólo
en aquellas situaciones donde algún llamado a la consciencia resuena, nos damos
cuenta que estamos comiendo terriblemente mal y decidimos hacer algo para
solventarlo, pues lo que viene es aún peor…enfermedades no transmisibles con
medicación de por vida (que también escasean en la Venezuela de hoy).
Si
este escenario le hace expandir la consciencia y buscar una solución que le
permita permanecer lo mejor posible mientras se resuelve el “problema” preste atención
a los siguientes párrafos.
Lo
primero es el valor nutricional! Aunque parezca una fantasía, lo primordial es
tratar de incluir alimentos de todos los grupos: proteínas, carbohidratos y
grasas, con ello estaremos prácticamente garantizando la ingesta de
micronutrientes en las que muchos ya están deficitarios.
Ante
el elevado costo de la proteína de origen animal, sumado a la falta de
variedad…considere evaluar el tamaño de las porciones. Por años hemos vivido en
abundancia, por lo que a veces podemos estar acostumbrados a llenar el plato
con más comida de la que realmente hace falta. De acuerdo a los especialistas,
sólo necesitamos que de la ingesta total de energía (calorías si le resulta el
término un poco más familiar) las proteínas nos provean entre 15-20 % (recuerde
que para llevar al valor apropiado, es necesario que visite a un nutricionista
quien está en la capacidad de diseñar un plan de alimentación apto para sus
necesidades) así que una porción de pollo o de carne de res del tamaño de la palma
sin los dedos, provee lo suficiente durante una comida.
Disminuya
el consumo de jamones, fiambres y embutidos. Si bien es cierto que contiene
carne de origen animal, la cantidad de grasa y aditivos alimentarios pueden
poner en riesgo su salud así que adminístrelos durante la semana.
A
pesar del costo, haga su mejor para incluir huevos en algunas comidas durante
la semana, aquel mito de que aumentan el colesterol ya ha quedado más que
erradicado! Si lo cocina entero (clara y yema) y lo acompaña de vegetales
(abundantes en los mercados y supermercados) tendrá una comida completa en
minutos.
Si
decide que su fuente de proteína sean los lácteos, le invito a considerar dos
cosas: el contenido de grasas y la inocuidad. Dé prioridad a la leche y yogures
desgrasados. Si se salen de su presupuesto o simplemente no los consiga, ajuste
el tamaño de la porción para que evitemos problemas mayores. Por otra parte, hay
en el mercado (especialmente los de cielo abierto) muchos negocios que venden
quesos artesanales a un muy buen precio…parece tentador, pero estos ocultan una
realidad que para algunos (como yo) le resulta espeluznante: la posibilidad de
contraer infecciones alimentarias por las condiciones sanitarias durante la
manufactura, transporte y almacenamiento de estos productos.
Si
su presupuesto lo permite, compre sólo quesos blancos pasteurizados! Eso
implica que debe ser más exhaustiv@ al momento de pedirlo para evitar que le
empaquen lo que no es. Aún en las peores condiciones de almacenamiento, la
pasteurización de la materia prima y del producto final, le protege de la
presencia de bacterias y otros organismos responsables de un sin número de
enfermedades que ameritan tratamiento farmacológico (también escaso por estos
días).
Comemos
arepas porque nacimos en Venezuela, esa es una realidad…sin embargo ante las
dificultades para conseguir la preciada harina de maíz precocida…muchos hogares
hoy en día han dejado de comer el preciado manjar. Hace dos años la arepa fue
galardonada como el desayuno más nutritivo del mundo así que en la medida de
sus posibilidades tratemos de generar un buen sustituto para cuando no tenga
harina.
La primera opción es hacerlas con el maíz pilao´ como lo hacían las
bisabuelas! Algunos mercados venden el maíz recién desgranado así que puede
llevarlo a casa y prepararlas… o preparar unas deliciosas cachapas (sin leche y
con muy poca grasa) Si eso de pilar el maíz no es lo suyo, puede optar por
hacerla con un tubérculo como la yuca, que tiene un sabor sencillo sólo
necesita agua para su cocción. Es muy rendidora así que puede preparar incluso
para guardar en el congelador o de una noche para la otra. El plátano también
es un buen candidato para hacer las arepas…y si no me cree, pregúntele a algún
maracucho cómo las puede preparar. Con este mismo ingrediente puede preparar mandocas
y ¿por qué no? Una porción de plátano horneado con un buen queso blanco
pasteurizado es tremendo desayuno! Es cuestión de probar.
Los
granos siempre son una magnifica alternativa (sustituto de proteínas) si está a
su alcance, lleve a su casa granos (quinchoncho, arvejas, frijol bayo) y además
de prepararlo como de costumbre (sopas) prepárelos un poco más secos y
combínelos con un poco de arroz (el tamaño de su puño en el plato será más que
suficiente) y disfrute de un plato bien equilibrado. En lugar de las clásicas
tajadas, acompáñelo con una buena ensalada (llegó la hora de reconciliarse con
los vegetales y las hojas verdes).
Si
le ha quedado arroz de un día previo, haga un saltín con todos los vegetales
que tenga disponible (cuando vaya al mercado, de una pasada por el pasillo y
lleve a casa brocoli, calabacín, berenjenas, zanahorias, coliflor) córtelos en
pequeños trozos y con una pequeña cantidad de salsa de soya haga un plato al
mejor estilo oriental. Créame que quedará tan satisfecho que no recordará que
no tiene carne ni pollo.
Haga
su mejor para llevar al menos dos frutas en cada compra… melón, patilla, piña,
mandarinas, cambures, naranjas, lechoza. Evite mezclarlas en un solo bowl,
disfrute de cada una por separado así le rinden más y tendrá mayor alcance de
micronutrientes. Si quiere probar algo delicioso, agregue unos cuadritos de
patilla o piña a la ensalada, le dará un toque genial y diferente!.
Por
último, evite tragarse las emociones! Muchas veces queremos silenciar lo que
sentimos con un bocado de comida y créame la comida no resolverá el problema,
lo puede empeorar! así que atiéndase tanto física como emocionalmente. No es
más fuerte el que aguanta en silencio sino el que tiene la valentía de fluir
como el bambú.
es vergonzoso y lamentable leer este articulo . Un pais como venezuela no podri NI DEBERIA estar pasando por esta situacion donde se debe controlar o decidir que es lo que se come .- Por favor .-
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