Es una realidad, los productos dedicados a satisfacer el mercado de régimen especial de alimentación están tomando su lugar en el mercado.
Hace unos 10 años atrás, hablar de dietas libres de gluten o libres de lácteos parecía extraído de una película de ciencia ficción. Lo cierto es que tanto la Celiaquía como la Intolerancia a la lactosa son un par de condiciones que han permanecido con el ser humano prácticamente desde su creación.
La tendencia a eliminar estos ingredientes de la dieta ha ido en crecimiento luego que se corriera el rumor que los productos libres de gluten y/o libres de lácteos eran más saludables y te ayudarían a perder peso.
Según lo afirma el WSJ "El deseo de comer mejor, junto con los intentos de las empresas de
aprovechar nuevas oportunidades de crecimiento, ha creado un ciclo de
influencia que está cada vez más alentado por Internet. El resultado es
una cacofonía de afirmaciones y convicciones encontradas sobre cómo nos
alimentamos que desconcierta y libera al consumidor".
Las empresas han lanzado nuevas comidas e
iniciativas, transformando lo que alguna vez fueron modas aisladas en
grandes categorías de nuevos productos. La firma de investigación
Nielsen enumera más de 75 beneficios de salud y bienestar que los
fabricantes de alimentos colocan en los empaques de sus productos en
Estados Unidos. Las etiquetas dietéticas tradicionales que destacaban
que un producto era bajo en grasas y azúcar ahora son acompañadas por
otras que dicen "bajo en carbohidratos", "completamente natural",
"orgánico", "no transgénico", "sin lactosa", "probiótico" "libre de gluten" y "libre de
hormonas", entre otros.
Lamentablemente estas "modas" benefician muy poco a quienes en realidad necesitan encontrar sustitutos para aquellos ingredientes que por condiciones de salud, deben eliminarse de por vida de su dieta.
Muchos de los productos que consigues en el supermercado y que declaran ser "libres de gluten" contienen otros ingredientes como azúcar, féculas de papa y manteca vegetal, que están poco recomendados para perder peso, así que mejor revisa la etiqueta antes de iniciar esta dieta como ruta para adelgazar o estar más saludable. Ahora bien, si quieres probar una buena dieta libre de gluten, te invito a leer mis post "clasificación de los alimentos en la dieta libre de gluten"
Lo que verdaderamente le hará estar más sano, es disminuir el consumo de harinas refinadas, azúcares refinados y grasas saturadas. Asimismo, mantener un ritmo acompasado para la ingesta de los alimentos, hacer ejercicios y mantener los niveles de estrés controlados será mucho más efectivo.
Por otra parte, elaborar un producto "libre de gluten" significa que desde la materia prima, pasando por los procesos de manufactura, empaque y distribución se mantengan los criterios mínimos de Buenas Prácticas y estrictos controles de calidad que permitan asegurar que el resultado sea apto para quienes deben eliminar esta proteína de su dieta, incluso a nivel de trazas, tal y como lo establece el Codex Alimentarius. No es imposible y tampoco es una tarea complicada, sólo se necesita manejar la información adecuada y enseñar a los involucrados en el proceso, los riesgos que conlleva la omisión de las normas.
En Venezuela no estamos excentos de los efectos que la "moda" puede ejercer en el mercado y los productos dirigidos a satisfacer las necesidades de estos consumidores ya están comenzando a asomarse en los anaqueles. Eso es maravilloso, pues aqui tenemos un 5% de la población que realmente necesita ser atendido como se merecen, abriéndole espacios en supermercados, restaurantes y hoteles.
Sin embargo, y como consecuencia de la falta de información, muchas de las empresas que fabrican alimentos que naturalemente son "libres de gluten" en nuestro país, han optado por etiquetar sus productos con la frase "Puede contener trazas de gluten" limitando las alternativas para este grupo de personas que deben preparar todas sus comidas en casa pues no tienen opciones en la calle. Así encontramos que hasta la tradicional harina de maíz precocida ha dejado de ser apta para los venezolanos que deben mantener una dieta 100% libre de gluten. Otros productos menos convencionales como embutidos, salsas y hasta algunas especias no son aptos (o al menos no sabemos) simplemente porque no se han revisado los ingredientes y aditivos de su formalación para identificar si contiene o no al famoso gluten.
Ante la ausencia de una norma que legisle en esta materia, las trasnacionales se cubren las espaldas y poco a poco las empresas locales copian la iniciativa, haciendo que las opciones sean cada vez más escazas, dejando a estos consumidores realmente desatendidos.
¿Qué podemos hacer ante este panorama? en un principio, educar e informar acerca de lo que está sucediendo. En segundo lugar, si usted trabaja en la industria alimentaria local y sabe que sus productos son naturalmente "libres de gluten" (pues no contienen trigo, ceba, centeno o avena y sus derivados) revise las etiquetas de sus productos y si dicen "puede contener trazas" acuda a la dependencia adecuada y hable del tema, expliquele que hay una parte de sus consumidores que están dejando de comprar el producto por esa razón e invite a establecer los controles internos para asegurar que sus productos sean aptos.
Ocuparnos de lo que nos corresponde puede generar cambios increíbles, hasta la próxima!.
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