Derivados lácteos en la dieta sin lactosa y sin caseína



Para muchos el diagnóstico luego de varios años de malestar es realmente un alivio, sin embargo, afrontar una dieta de exclusión libre de lactosa y/o caseína puede ser un verdadero dolor de cabeza, en especial por la falta de información en torno ambas condiciones.


Si tu médico te ha recomendado mantener un plan de alimentación libre de lácteos, sea por intolerancia a la caseína o por intolerancia a la lactosa, es importante mantenerse firme para evitar recaídas. Hay que tener en cuenta que bajo estas condiciones, la eliminación del alimento o ingrediente problemático es lo único que proporciona un alivio, que a medida que pasa el tiempo se hace más y más evidente, con lo cual muchos consideran que están “curados” y retoman el consumo de lácteos y sus derivados, iniciando un ciclo de recaídas que al final produce un deterioro evidente en su sistema gastrointestinal, promoviendo condiciones crónica como el Sindrome delIntestino Irritable.

Para algunos pacientes con la condición, el consumo de pequeñas cantidades del ingrediente problemático es una posibilidad cierta. Mi esposo que es intolerante a la lactosa, hoy en día puede tomar un Latte en la calle con la certeza que el “dolor” y las molestias no lo abordarán, pero también sabe que el tercer o cuarto Latte puede hacerle sentirse muy mal. Así que conociendo bien cómo responde su cuerpo puede tomar decisiones y complacer algunos antojos.

Cuando hablamos de quesos y yogures, hay que tomar en cuenta que la elaboración de estos se producen una serie de procesos que degradan la lactosa y la caseína, por lo tanto existen muchas personas con intolerancia que pueden consumir pequeñas cantidades sin sentir molestias. Sea de vaca, de cabra o de bufala los quesos contienen suficiente cantidad de lactosa y caseína como para hacerle sentir mal.

Los quesos de cabra y búfala, que ha sido últimamente muy demandado como un sustituto del queso fabricado con leche de vaca, contiene suficiente lactosa y caseína como para hacerle sentir enfermo, en especial en personas recién diagnosticadas y niños, pues suelen ser más sensibles que el resto. La cantidad varia incluso de una marca a otra, por lo que si está dispuesto a manejar las consecuencias, debe probar varios antes de decidir.

Los quesos madurados y fermentados tienen una cantidad aún menor de lactosa y caseína pues son consumidas por las bacterias, por lo que un queso Cheddar, Parmesano, Manchego, Emmental o cualquiera de estos entre otros podrían ser tolerados por usted. Tenga en cuenta en cada caso que el contenido de grasa se incremental sustancialmente, por lo que debe estar atento.

Otros derivados como mantequilla, crema de leche, leche condensada entre otros, poseen cantidades variadas de lactosa y caseína, por lo que nuevamente le tocará experimentar y evaluar si no puede desistir de ellos en su pan de alimentación.

Autismo, Asperger y TDA

Existen otras condiciones en las que la dieta de exclusión de lácteos es realmente beneficiosa. Aún cuando no hay demasiadas evidencias científicas reportadas, los niños en el espectro autistas y TDA mejoran sustancialmente algunos aspectos de su condición cuando son sujetos a un régimen especial de alimentación sin lactosa y sin caseína. Muchos de estos chicos procesan de forma inadecuada la lactosa y la caseína por deficiencias enzimáticas y su metabolismo convierte estas proteínas en péptidos opiáceos y éstos actúan dentro del cuerpo como drogas similares a la heroína o la morfina y alteran sobre todo el funcionamiento del cerebro.

En estos caso, el manejo de la dieta de exclusión debe ser estricto, pues pequeñas cantidades pueden alterar notablemente el equilibrio obtenido con la restricción. Aquí la frase “un poquito no le hará daño” es inadmisible!! Estos chicos requieren un manejo muy estricto de su dieta y quienes han obtenido resultados favorables así lo certifican. Venezuela es de los muchos países que utilizan el régimen Sin gluten, sin lactosa y sin caseína (algunos incluyen son soya) junto a las terapias de lenguaje y terapias cognitivas para mantener a estos chicos.

Queda en sus manos la decisión final, nuestra meta es que con suficiente información y consultando siempre a su médico tratante, pueda encontrar un equilibrio en su plan de alimentación. Hasta la próxima!!!

2 comentarios

  1. Lo comprobé después de muchos años,yo tomaba constantemente analgésicos pues el dolor de cabeza era tan frecuente que dependía de ellos al grado que sentía que me había hecho adicto. Afortunadamente estoy a salvo de depender de los analgésicos y los medicamentos para la gastritis que por consecuencia tenia que tomar. Suerte y pues ahí está mi experiencia.

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  2. Colin Campbel, la leche y el cancer
    Video, muy interesante

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