Si tienes bebes pequeños que se
alimentan con formula infantil o simplemente aun mantienen la rutina de tetero,
es importante que tenga en cuenta que al ser una bebida láctea, es un perfecto
“caldo” de cultivo para que diversas bacterias se desarrollen y produzcan
síntomas indeseados en el sistema digestivo de su pequeño.
En tal sentido, quiero compartir
con ustedes algunos consejos para garantizar la inocuidad y prevenir
enfermedades transmitidas por alimentos:
A la hora de preparar el tetero:
•
Lavarse las manos: Evite
traspasar las bacterias que hay en sus manos a su bebé. Lávese las manos
frecuentemente con agua y jabón durante al menos 20 segundos, en especial antes
y después de preparar la fórmula.
•
Prepare la fórmula en un
área limpia para evitar la posibilidad de contaminación cruzada.
•
Esterilice los teteros
en agua hirviendo antes de usarlos por primera vez. Luego, y según la edad de
su bebé, será suficientemente seguro lavarlos y secarlos incluso en un
lavavajillas.
•
No esterilice las
tetinas en agua hirviendo ni las lave en un lavavajillas. El calor rompe el
látex de las tetinas y puede generar sensibilidad en el bebé. Lávelas a mano
con agua caliente y jabón, enjuáguelas bien y déjelas secar al aire libre
(cuidando exponerla al polvo e insectos)
•
Generalmente, es seguro
mezclar la leche de fórmula con agua fría que se haya hervido durante un minuto
y enfriado a la temperatura corporal justo antes de utilizarla. Si no se deja
enfriar el agua, puede provocar quemaduras graves. Conserve el agua cubierta
mientras la enfría para evitar que se contamine con las bacterias circundantes.
•
Si usa agua envasada
para preparar la fórmula, recuerde que gran parte del agua envasada no es
estéril, por lo que debe llevar a cabo el mismo procedimiento de hervido y
enfriado.
•
Use la cantidad exacta
de leche de fórmula y agua que se especifican en la etiqueta, mezcle solo la
cantidad suficiente para una ración, y prepárela inmediatamente antes de
utilizarla.
Siga
las instrucciones de la etiqueta al pie de la letra. Si se prepara demasiada
fórmula y no se la mantiene refrigerada como corresponde, las bacterias pueden
reproducirse en grandes cantidades. Cuantas más bacterias haya, más
posibilidades habrá de contagio de enfermedades transmitidas por alimentos.
Preparar
pequeñas cantidades de fórmula, según lo que necesite su bebé, así reducirá
significativamente las posibilidades de contaminación. Si tiene que almacenarla, hágalo a baja
temperatura, tenga en cuenta que a temperatura ambiente el tiempo se limita a
dos horas, después de ese tiempo es un riesgo dársela a su bebé.
Bajo ninguna
circunstancia almacene una formula que su bebé ya probó, pues las bacterias que
se encuentran en su boca pueden deteriorarla muy rápidamente, así que si su bebé
dejó el tetero a medio tomar….descártela de inmediato. Hasta la próxima!!!
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