Lonchera segura: Recipientes



Preparar, empacar y almacenar alimentos en la lonchera puede ser para muchos una alternativa para ahorrar, para otros la mejor opción para bajar de peso y para un grupo cada vez mayor, una alternativa para mejorar los hábitos de alimentación.

En cualquiera de los casos, es de suma importancia seleccionar recipientes adecuados para la ocasión, que sean duraderos y que mantengan la calidad de los alimentos contenidos.

Existen tres tipos de materiales con los que se fabrican estos recipientes para almacenar alimentos: Vidrio, Acero y Plástico, cada uno tiene sus ventajas y desventajas y en virtud del uso que se le de, algunos funcionan mejor que los otros.

Vidrio: Es uno de los materiales más amigables con el medio ambiente, de larga duración y no intercambia sabores con los alimentos. A la hora de comprar, evalúe que la pieza esté entera y que no tenga astillas. Algo que no puede dejar pasar es que sea apto para el microondas pues cuando se trata de loncheras, el proceso de recalentar se hace en estos dispositivos. La mayor desventaja de este material es su capacidad para transferir el calor, que lo hace sumamente peligroso por el riesgo a sufrir quemaduras durante su manipulación, por esta razón la mayoría de los colegios prohíben este material en las lonchera escolares.


Imagen: Kids Konserve
Acero: Después del vidrio, es el material más ecológico pues su alta durabilidad hace que su reposición sea esporádica. Es un material inerte que no intercambia sabores con los alimentos. A la hora de comprar, tenga cuidado de no confundirlo con aluminio y otras aleaciones que no son aptas para almacenar alimentos. Prefiera aquellos envases con doble fondo, así la temperatura interna no se traspasa a la superficie externa, minimizando el riesgo por quemaduras cuando almacene alimentos calientes. Lamentablemente no hay muchas alternativas en el mercado, pero si busca con calma, conseguirá el que necesita.


Plástico: Su versatilidad lo hacen el material por excelencia para almacenar alimentos en la lonchera. A la hora de comprar, debe tener en cuenta varios detalles: El primero que sea apto para alimentos, pues no todos los plásticos son aptos. Seguidamente busque plásticos BPA Free, pues cierto tipo de plásticos cuando son sometidos a altas temperaturas liberar un material tóxico llamando Bisfenil A que se mezcla con el alimento y termina siendo ingerido por usted junto con su comida favorita. En la parte posterior del recipiente encontrará varios símbolos que le ayudarán a la hora de elegir el más apto. Debido a su porosidad, el plástico puede retener algunos sabores y dejar residuos que se mezclan con la siguiente comida. A la primera señal de deterioro, lo más conveniente es sustituirlos por envases nuevos. Si el plástico es traslúcido y comienza a tornarse opaco, esa es la señal para dejar de usarlo en la lonchera, pues la exposición al calor es un detonante para las reacciones de deterioro del material.

Evite consumir alimentos en recipientes de anime, en especial si necesita recalentar, pues este material no es apto para el microondas y puede ocasionar un accidente.

Para finalizar, es importante resaltar que para todos los recipientes, las tapas disponibles están hechas en plástico, por lo que a la hora de recalentar le recomiendo lo haga sin la tapa, colocando una servilleta de papel o algo que proteja al equipo de salpicaduras, así mantiene por mas tiempo los cierres herméticos de las mismas.

Comenzaron las clases... la KOIKOLONCHERA



Cuando se trata de un régimen especial de alimentación la merienda escolar puede ser un verdadero dolor de cabeza, incluso mayor que el de los padres con niños que llevan alimentación regular.

Resulta que cuando no queda tiempo para preparar una merienda y enviarla en la lonchera, la cantina escolar puede “resolver” el problema de aquellos padres cuyos hijos llevan una dieta regular, sin embargo, si el chico está sujeto a una dieta de exclusión de uno o varios ingredientes, la cantina no es opción.

Así como salir a comer puede significar un verdadero “problema” para quienes llevan una dieta especial, intentar que en la cantina haya algún producto adecuado para una dieta de exclusión es prácticamente irreal. No tenemos cultura de cantinas escolares con opciones saludables, por lo cual pretender que encontraremos alguna galleta sin gluten, leche deslactosada o una opción “vegana” es un sueño bastante alejado de la realidad.

Por otra parte, el riesgo de “contaminación cruzada” es muy alto y aún cuando se lograra ofrecer algún producto para satisfacer estas necesidades,  ¿quién garantiza su “inocuidad” en términos de alergenos o ingredientes “prohibidos” ?

Entonces, con este panorama lo único seguro es que todo aquel que lleva una condición especial de alimentación, debe preparar a diario y sin interrupción, su merienda de media mañana, el almuerzo y la merienda de la tarde, empacarlos en una lonchera y llevarlo diariamente y sin falta al colegio.

Mientras los niños están pequeños, tenemos el control en casa y podemos vigilar el cumplimiento de la dieta, pero inmediatamente que comienza la escolaridad, se  nos escapa de las manos y la angustia de una recaída está a la  vuelta de la esquina.

La opción es simple, nos corresponde entonces confiar en que los niños saben cómo decirle “NO” a los productos que le sienta mal y hablar con las autoridades del colegio para mantenerlos informados acerca de su condición y los riesgos que la ingesta de esos ingredientes “prohibidos” pueden producir. Incluso así, es posible encontrar resistencia y por desconocimiento, los chicos pueden quedar expuestos… es duro pero es nuestra realidad.

No obstante, nuestra tarea y determinación continúa intacta y los invito a continuar apoyando la divulgación de este mensaje: “juntos sonamos más” para que más personas conozcan de las condiciones que ameritan régimen especial de alimentación, y mejore su calidad de vida. Los invito a enviar sus mensajes con el Hashtag #juntosonamosmas pues nuestra meta es que cada día se sumen más y más personas a esta labor de hormiguita que nos hemos propuesto! Gracias de antemano!

Lonchera Segura: 5 técnicas para evitar el oscurecimiento de frutas



Pardeamiento u oscurecimiento enzimático, así se llama ese proceso natural que le ocurre a las manzanas y al cambur, además de otros vegetales después que los picamos y dejamos al aire libre.

Desagradable a la vista para muchos, es uno de los mayores problemas que la industria alimentaria debe resolver, pues es un proceso natural que nos indica que el oxígeno molecular reacciona con el tejido expuesto después de picar, golpear o aplastar la fruta.

Esta reacción se produce de forma muy rápida por acción de una enzima llamada Polifenoloxidasa (PFO)  por la cual los fenoles se combinan con el oxígeno para transformarse en quinonas, que se polimerizan o reaccionan con grupos amino de diferentes compuestos, formando compuestos coloridos que reciben el nombre de melaninas y que tienen propiedades antimicrobianas, por lo que los expertos asumen que la reacción es un mecanismo de defensa de los vegetales contra infecciones.

En algunos casos, como en las pasas y otras frutas secas, la sidra, el té o el cacao, el pardeamiento enzimático contribuye al desarrollo de los colores característicos y muy apreciados en estos productos.

Por otra parte, puede producirse también una pérdida nutricional de la fruta, ya que aunque la polifenoloxidasa no oxida directamente al ácido ascórbico (vitamina C), ésta puede destruirse al reaccionar con intermedios de la reacción.

Ahora bien, luego de esta corta pero precisa clase de Bioquímica, vamos al grano, cómo evitamos este proceso?

    1.    Empaque al vacío: Ahora son cada vez más comunes estas maquinas en el hogar pues constituye una excelente técnica para almacenar y cocinar alimentos y preservar todo su valor nutricional. Luego de cortar las frutas, colóquela en la bolsa especial  y haga vacío según las indicaciones del fabricante. Este método funciona muy bien pues elimina el principal protagonista del proceso: El Oxígeno. No obstante, amerita que usted tenga el equipo y que su hijo sepa cómo abrir el empaque una vez sellado.


   2.    Congelar: La disminución brusca de la temperatura inhibe la acción de la enzima PFO, que acelera el oscurecimiento, por lo que congelar las frutas o los vegetales pueden resolver el problema. El caso aquí es que la fruta sólo servirá para hacer jugos pues al descongelar la fruta pierde muchas de sus propiedades organolépticas y puede resultar poco atractiva al momento de comerla.




    3.    Utilice ácido cítrico: Inmediatamente después de picar las frutas, agregue jugo de limón. El ácido inhibe de inmediato a la enzima y la oxidación es tan lenta que parece que no suediera. El inconveniente con éste método es que tod queda muy ácido y es posible que a ni a usted ni a sus hijos les resulte tan delicioso. Es cuestión de educar al paladar! 

    Curiosamente, los refrescos tiene una alta concentración de ácido cítrico, por lo que sumergir los trozos de fruta en un refresco claro como Chinotto o Seven Up podría funcionar.

    4.    Utilice mecanismos de barrera: Si baña las frutas con miel o yogurt, ambos líquidos impiden el contacto del oxígeno con los fenoles de la fruta, impidiendo su reacción y posterior oscurecimiento. Esta es una de mis técnicas favoritas, así que la recomiendo ampliamente.




   5. Utilice una liga: Esta resultó ser una técnica bien interesante además de muy práctica. Aquí la idea es picar la manzana en varios pedazos que después podamos armar como un rompecabezas. La liga los mantendrá unidos dentro de la lonchera hasta la hora de comerla y como las partes picadas no se expusieron al oxígeno por estár muy juntas (por el efecto de la liga) el oscurecimiento difícilmente sucedió.



Espero que estas técnicas faciliten la incorporación de frutas en su lonchera, ya no hay más excusas!! Hasta la próxima!!

Lonchera Segura: Aprovecha la información de las etiquetas


A simple vista, puede parecer que cualquiera de los productos de los estantes del supermercado “añade fibra” a la dieta o “reduce” la ingesta de grasas. Pero, para tomar decisiones saludables y asertivas sobre los alimentos, es importante entender que las afirmaciones contenidas en las etiquetas pueden ser una verdad “a medias” y que como consumidores somos responsables de lo que comemos.

¿Cuánto cuesta comer sin gluten?


Luego del diagnóstico, la familia de un paciente con celiaquía siente definitivamente un gran alivio… Saber que hay una “razón” para las numerosas visitas a la emergencia puede resultar una buena noticia hasta que toca ir al supermercado.

Un paciente con intolerancia al gluten debe someterse de por vida a un régimen especial de alimentación, que implica una dieta de exclusión de todo alimento que contenga Trigo, Avena, Centeno y Cebada (TACC). Eso implica que pan, pasta, galletas y tortas quedan fuera de los artículos permitidos, sin embargo, son muchos más los alimentos que pueden contener uno o varios de estos cereales en su formulación, en especial aquellos alimentos “procesados”.